Compartimos este documento estratégico para aportar al debate en torno a la crisis de las energías en Venezuela que se ha agudizado en los últimos años, y que en el marco de la pandemia de COVID-19 ha cobrado dimensiones de emergencia energética tanto en el caso del Sistema Eléctrico Nacional, como en la distribución de combustible y de gas doméstico.
Descarga el Informe Transición Energética Democrática en Venezuela aquí.
Introducción
Venezuela es un país paradigmático de la falta de desarrollo económico y social pese a contar con una gran riqueza de recursos energéticos y mineros. La historia de Venezuela lleva unida a la extracción petrolera un siglo, desde 1914. Tiene la mayor reserva probada de petróleo del mundo, pero actualmente, por razones que nos disponemos a analizar, su producción no refleja eso, situándose en el puesto 22 entre los principales productores mundiales.
Pero al mismo tiempo, Venezuela también es paradigma de incapacidad energética para desarrollar alternativas debido a su dependencia económica a un único rubro y por un periodo tan largo. Pese a los beneficios generados por los recursos energéticos, estos no han sido reinviertidos en desarrollar una transición energética. Es más: en la actualidad, Venezuela vive una auténtica crisis económica y política, pero sobre todo energética, sobre todo desde el colapso de su sistema eléctrico tras los apagones acaecidos desde marzo del 2019. Esta situación ha tenido un efecto dramático en la economía y en la sociedad, e incluso provocó muchas muertes. A finales de marzo de 2019 el gobierno anunció un plan de racionamiento eléctrico. La normalidad eléctrica no se repuso.
Llama la atención que de sus 9.204 KTOE1 de electricidad producida, con el potencial renovable que posee, sólo 8 KTOE correspondan a ésta (IEA, 2019). Mientras se producían 64.847 GwH por medio de centrales hidroeléctricas (2017) tan solo 7 GwH se producían por medio de la solar y 88 GwH por la eólica, lo que habla de fórmulas muy poco desarrolladas. (IEA, 2019)
Esta situación también es llamativa por estar en el poder un partido denominado “socialista” (desde 1999 hasta la actualidad) y que planteó muchas promesas a nivel social y también energético.