Denuncian cacería ilegal de jaguares en el estado Zulia

Por: Erick Camargo (Corresponsal OEP)

Para Observatorio de Ecología Política de Venezuela

Imagen de portada: denuncia de cacería de jaguar en la Cuenca de Yaza (Proyecto Sebraba)

Recientemente varias organizaciones de protección animal, Pomeranian Margarita y Proyecto Sebraba, publicaron imágenes de dos jaguares muertos y la denuncia sobre los crímenes de cacería. Los animales fueron ejecutados con menos de una semana de diferencia, ambos en la Sierra de Perijá, el primero por la cuenca Yaza, el segundo en las cercanías del río Aricuaizá, cerca de Río Santa Ana, Zulia.

Las denuncias de cacería ilegal tienen tiempo siendo elevadas ante las autoridades nacionales y regionales, quienes de acuerdo con testimonios se hacen la vista gorda y los oídos sordos, mientras diversos grupos de científicos hacen enormes esfuerzos por encima de sus capacidades para intentar salvar a los felinos de la región zuliana.

En la imagen probatoria del crimen, se observa además un menor de edad al lado del animal sacrificado, corresponde a un animal cazado en Río Aricuaizá, cerca de Río Santa Ana, Zulia. Proyecto Sebraba
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Allí el origen del Proyecto Sebraba dirigido por la bióloga María Fernanda Puerto. Los estudios de este equipo de biólogos han determinado que la agresiva expansión ganadera representan la principal amenaza para la existencia del jaguar, quienes además presentan enromes conflictos con las comunidades indígenas de la región por la invasión de sus tierras. Sumado a la caza ilegal, el jaguar se encuentra arrinconado.

Los científicos del proyecto creen que alrededor del 90 % de los bosques de la zona sur del lago han sido deforestados entre los últimos 60 años. Las actividades económicas responsables de esta pérdida son la agricultura y la ganadería. Esta situación ha aislado a los jaguares en pequeños parches de territorio protegido, pero por su forma de vida deben igual pasar por otros territorios, siendo víctimas de la depredación. Los miembros del Proyecto Sebaraba seguirán en campañas educativas para disminuir la caza del jaguar.

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Sin embargo, no es suficiente la recopilación de datos y enseñanza, obviando las condiciones socio-económicas del país y la idea de expansión agrícola-ganadera, aunada a los conflictos étnicos en la región, para detener la matanza del jaguar. Es importante el trabajo informativo y educativo, pero es necesario hacer hincapié en la necesidad de un cambio de modelo económico y de vida.

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Erick Camargo

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