Las condiciones de precariedad de los indígenas Yukpa en el estado Zulia se agravan con el paso del tiempo. Entre las diversas problemáticas que afectan a estas comunidades está el brote de Leishmaniasis, el cual se ha convertido para los Yukpas en una real tragedia y un problema de salud, más grave y peligroso que el COVID. Actualmente, la cacique Carmen Fernández de las comunidades de la cuenca del Yaza se encuentra necesitada de medicamentos, mientras que las fotos, fuertes y crudas del avance de la enfermedad en los diversos pueblos y aldeas de esta etnia son desoladoras.
Este brote de enfermedades ya viene siendo denunciado con anterioridad, cuando los Yukpas tomaron Caracas, advertían de la aparición de enfermedades como la Hepatitis y la Leishmaniasis; en junio de este año en las protestas indicaban que ya esta segunda enfermedad vivía un brote que alcanzaba a gran parte de las comunidades. Ahora la sufren sin agua, sin medicinas y sin ningún tipo de respuesta.
El gobierno regional ha optado por la represión y persecución, evitando que estos puedan trasladarse a la capital del Estado y desplegando a las fuerzas de seguridad, haciendo ver a los pueblos originarios como enemigos, como invasores en sus propias tierras, que son cada vez ocupadas por los intereses económicos de los ganaderos. Mientras el gobierno nacional se hace la vista gorda ante la situación, en actividades irrelevantes como conversatorios sobre la forma en que se celebra la navidad en dichas comunidades, empobrecidas y enfermas.
El día de las elecciones, por Radio Fe y Alegría se denunció que en cambio el gobernador enviaría autobuses a la cuenca del Yaza para movilizar indígenas a votar, buscando conseguir el favor de estos; mientras durante la campaña se intentó mostrar un rostro amigable con estos. Pero las denuncias por abandono y precariedad, así como la insalubridad siguen aumentado.
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Así un medio marabino reportó que el cacique mayor Sabino Romero no pudo llegar en agosto hasta la ciudad de Maracaibo por impedimento del gobernador utilizando a la Guardia Nacional para tal fin, quedando varados en la carretera entre el 16 y 17 de agosto. Aseguró que para el día que se celebraron las primarias, el 8 de agosto, fueron movilizados para darle voto al gobernador, pero cuando quieren reclamar y exigir atención de las instituciones, se les impide el paso. Asegura que la alcaldesa, que el mes pasado hizo campaña sobre su apoyo a los indígenas, no los atiende ni se interesa por la situación que padece.
Sin embargo, este domingo 21 de noviembre el actual gobernador Omar Prieto sufrió una derrota electoral en su carrera a la reelección y en particular, en el municipio Machiques donde apenas obtuvo un 34,1% de los votos; mientras que la alcaldesa también sería derrotada al obtener apenas un 33,98% de los votos. Un cambio político que abre las interrogantes pertinentes; ¿Habrá cambio de su situación con el cambio de gobernador, o seguirá la misma penuria y represión? ¿El nuevo alcalde será una ayuda o seguirá entorpeciendo los reclamos de los pueblos originarios?.