Los riesgos de greenwashing en la asistencia técnica ambiental entre la ONU y el Gobierno de Venezuela

Ministro de Ecosocialismo y el Coordinador residente de la ONU. Foto Ministerio de Ecosocialismo

Recientemente se pudo observar en las noticias de Swissinfo que el Ministro de Ecosocialismo se reunió con el Coordinador Residente de la ONU, Gianluca Rampolla, para evaluar posibilidades de asistencia técnica en materia ambiental. El Ministro alega que busca ayuda para “la lucha por salvar el planeta”. Estas declaraciones resultan incongruentes cuando se contrasta con el desastre ambiental que ha ocasionado el Arco Minero del Orinoco y que ha sido justificado durante su gestión.

El gobierno afirma que necesita más apoyo para impulsar sus planes ambientales, el que más han difundido y que es mencionado en la nota de prensa es el Plan Nacional de Reforestación. Según declaraciones oficiales, fueron sembradas 8.798.422 plantas de distintos tipos en 14.100 hectáreas de todo el territorio durante 2022. Sin embargo, más allá de indicar que son árboles frutales, ornamentales y forestales; no existe información detallada de las especies, los mecanismos de reforestación que se utilizan, los criterios técnicos y especialmente, en dónde se están sembrando. Preocupa que en esos datos se pueda estar utilizando cifras no apegadas a la realidad, ante la falta de información que permita verificar la veracidad de las mismas; la falta de confianza y credibilidad de las autoridades nacionales y la certeza de alteración de cifras que se han realizado en otros ámbitos desde fuentes oficiales. Una cosa que causa suspicacia es la reforestación de “especies ornamentales”, que podría incluir o no a las famosas palmeras sembradas en Caracas, luego de haberse talado árboles sanos. Este es el problema de la opacidad y la poca transparencia, no hay como validar, demostrar o desmentir informaciones, lo que se presta a todo tipo de confusiones y especulación.

Pero la Deforestación Avanza

Pero otro dato preocupante al respecto es que la tasa de reforestación apenas cubre el 10% de la pérdida de bosques naturales a nivel nacional, de acuerdo con Clima 21 entre 2016 y 2022; sin contar las talas que se vienen realizando en entornos urbanos y periurbanos, lo que subiría la cantidad de hectáreas perdidas. Situaciones ante las cuales el Ministerio no actúa suficientemente, la reforestación, si bien ayuda a mitigar la pérdida, es una solución reparadora a largo plazo, si se hace con criterios técnicos adecuados y se protegen los entornos. En un trabajo de sistematización realizado por el OEP en 2021 se registró 131 reportes en redes sociales de tala de árboles en 2021. Miranda, con 52, y Distrito Capital, con 24, encabezan la lista. El resto de los estados son: Aragua, Anzoátegui, Apure, Barinas, Bolívar, Carabobo, Cojedes, Falcón, Guárico, Lara, Mérida, Portuguesa, Táchira y Trujillo. 

Ver también: El grave avance de la deforestación en el país

Recientemente, Mongabay publicaría un informe sobre la deforestación en el país, en el cual se cita a SOS Orinoco, que afirma que se han perdido más de 790.500 hectáreas de bosque en el periodo 2000-2020 en los estados amazónicos de Venezuela, pero también 290 000 hectáreas de sabanas naturales. En el portal Global Forest Watch, disponemos de una herramienta de análisis de pérdida y ganancia de cobertura vegetal; en esta se evalúa tanto reforestaciones como deforestaciones. Con esta herramienta podemos ver que entre 2015 y 2021 deforestaron más de 307.000 hectáreas de bosque primario, lo que representa un 35% de los mismos; pero la tasa de deforestación arbórea en general fue de 889.000 hectáreas. En la introducción de la barra de análisis y resultados se puede leer “En 2010, Venezuela tenía 57.2Mha de bosque natural, con una extensión del 63% de su superficie. En 2021, perdió 64.2 kha de bosque natural, equivalente a 32.7Mt de emisiones de CO₂.”.

Pérdida de bosque primario en Venezuela. Fuente Global Forest Watch

¿Funciona el Plan Nacional de Reforestación?

Pero de qué vale reforestar árboles, si esto no va a ayudar a restituir los bosques perdidos, no compensará la pérdida que se está efectuando en tiempo real, y si no se protege lo ya existente para evitar su destrucción. A ese ritmo de reforestación, que de igual forma es dudoso por la poca transparencia y falta de acceso a los datos, se podrá realmente cubrir el ritmo de deforestación y destrucción a nivel nacional. Es difícil ponderar, sobre todo, cuando el propio ministerio no brinda las cifras, no tiene información al respecto; ya de arranque muestra que la política está viciada en su origen y no puede, de esta forma, dar resultados satisfactorios. 

Es necesario y se debe exigir que se detalle en todo lo necesario para verificar auditar y hacer contraloría social y oficial del programa. ¿Cómo se realizaron las siembras de árboles? ¿Son especies adecuadas, nativas o complementarias al bioma donde se han introducido? ¿Cumple con los requisitos técnicos de protección ambiental, biodiversidad y adaptación al entorno? ¿Se está haciendo seguimiento al desarrollo de estos árboles? ¿Cuántos llegarán al año de vida y cuántos mueren antes?

¿Qué dicen los Organismos Internacionales?

El 23 de septiembre de 2021, el Coordinador Residente de la ONU felicitó por redes sociales a Venezuela por la creación de la Comisión para el Fondo Verde del clima y la designación del Ministerio de Ecosocialismo como autoridad nacional; aun cuando distintas organizaciones han denunciado la inacción de este ministerio ante los innumerables problemas socioambientales del país. Sería pertinente la exigencia del real cumplimiento de los planes ambientales y la transparencia de la información sobre los mismos, para certificar la veracidad de las informaciones oficiales. 

Hace poco este funcionario estuvo en el Estado Amazonas, haciendo visita a la región para activar planes humanitarios, sin embargo, estamos a la expectativa de los informes o declaraciones sobre la delicada y grave situación socio-ambiental del territorio. Pero tampoco hemos visto hasta ahora, una opinión o evaluación sobre el Plan Nacional de Reforestación, donde se evidencia el seguimiento que se hace a estos planes, las críticas y no solo felicitaciones por iniciativas, sino a la espera de resultados que demuestren la efectividad del mismo.

Preocupa que estos programas sean usados luego para ocultar la verdadera dimensión de los problemas ambientales del país, y que además se utilicen fondos internacionales para esta labor. Esperemos que las autoridades de la ONU y demás organismos internacionales sean precavidos a la hora de acordar programas, y que se logre establecer criterios de verificación de resultados, transparencia de información y datos, que luego sean accesibles para toda la población venezolana.

Autor

Erick Camargo

Ver todos los artículos de Erick Camargo

Compartir

Categorías

Etiquetas

Áreas de trabajo

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *