A pesar de la persistente tendencia de algunos líderes políticos a negar la crisis climática, los eventos meteorológicos extremos continúan recordándonos su presencia ineludible y sus devastadoras consecuencias.
El año pasado, ciudades en Valencia, España, sufrieron inundaciones catastróficas que resultaron en la pérdida de al menos 228 vidas y cuantiosas pérdidas materiales. Este trágico evento sirve como un crudo recordatorio de la vulnerabilidad ante los fenómenos climáticos extremos.
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Ahora, meses después, Bahía Blanca, Argentina, enfrenta una situación similar. Una inundación de magnitud sin precedentes, causada por la caída de aproximadamente 400 milímetros de lluvia en pocas horas (el equivalente a un año de precipitación anual). Este evento ha cobrado hasta el momento 16 vidas y ha dejado centena de personas desaparecidas.
En un informe un grupo de experto indican lo siguiente: “Interpretamos las inundaciones de marzo de 2025 en Argentina como un evento impulsado por condiciones meteorológicas excepcionales cuyas características pueden atribuirse en su mayoría al cambio climático provocado por el hombre”.
La vulnerabilidad de Bahía Blanca ante el Cambio Climático
Un reportaje reciente resalta que Bahía Blanca se encuentra entre las áreas de América del Sur identificadas por el Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC) como particularmente susceptibles a eventos meteorológicos extremos. Actualmente, la ciudad enfrenta un riesgo del 12,9% de experimentar este tipo de sucesos. Sin embargo, las proyecciones futuras son alarmantes, ya que indican un aumento progresivo en la probabilidad de inundaciones similares a la reciente catástrofe.
Esta catástrofe no fue una sorpresa. La geógrafa Paula Andrea Zapperi ya había advertido en el 2012 en su tesis doctoral sobre lo vulnerable que es la ciudad de Bahía Blanca ante eventos de lluvias importantes. Lo que nos indica que además de la crisis climática, la falta previsión y la inacción de los liderazgos políticos han tenido consecuencias devastadoras.
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La tragedia de Bahía Blanca está ocurriendo en un contexto en la que Argentina tiene un líder político abiertamente negacionista. Además, desde su llegada al poder lo que ha hecho es desmantelar las regulaciones ambientales y quitar fondos para la adaptación al cambio climático. Sin embargo, lo ocurrido en Bahía Blanca nos señala claramente que negar la crisis climática no hará desaparecer su impacto en nuestras vidas.