La tragedia en el semiárido larense no termina. A pesar de las constantes denuncias ciudadanas, inspecciones e incluso acciones sancionatorias del MINEC contra infractores, la tala y quema para la producción del carbón sigue extendiéndose. Esto pone en peligro un ecosistema tan delicado, situación que sigue preocupando a los larenses. Como ya lo había señalado previamente la Iniciativa Cotoperiz, no hay carbón vegetal sustentable y que no es posible hablar de protección de estos espacios y otorgar permisos de tala para producción de este combustible fósil.
El sábado 29 de marzo Francisco Cañizales participó en un programa de radio recordando la problemática ambiental, así como la solicitud en fiscalía para investigar los delitos ambientales, denunciando que esta institución no ha avanzado en las averiguaciones sobre los hechos punibles. Cañizales mencionó, también, que en las últimas tres décadas, la superficie del bosque xerófilo ha experimentado una alarmante reducción del 38%, un dato que refleja la magnitud del daño infligido. “Eso se irá a convertir en un desierto”, afirma Cañizales, para posteriormente hacer un llamado a las autoridades competentes y a las autoridades del Ministerio Público para poner fin a estos crímenes contra el ambiente.
Posteriormente y llenos de indignación, denuncian que el domingo 30 de marzo, en los alrededores del terminal de Transbarca, fueron avistados por transeúntes estos sacos de carbón vegetal, supuestamente a la espera de ser transportados hacia el galpón de alguna empresa carbonera; según señalan los voceros de la Iniciativa Cotoperiz. Afirman que hay complicidad de las autoridades encargadas de combatir estas actividades y esperan por justicia y acciones que detengan la destrucción del semiárido larense.