La crisis climática ha empezado a nivel global, ya los dos años anteriores han sumado un promedio de 1.5° grados de temperatura anual por encima de los niveles preindustriales. Pese a ello, y las advertencias de los científicos sobre la necesidad de reducir la explotación y consumo de hidrocarburos; en América Latina, como influida por la política norteamericana del “Drill Baby Drill”, se adelantan proyectos para la expansión de la explotación de estos combustibles fósiles.
Lula y la hipocresía brasilera
Ya la COP 30 ha estado envuelta en controversias desde el proyecto de carretera que devastó hectáreas de selva amazónica, en un área protegida, para hacer una carretera a Belém donde se celebrará dicha conferencia, poniendo en entredicho los reales intereses y compromisos del gobierno del Brasil con el ambiente. Lula fue reelegido luego de la polémica presidencia de Jair Bolsonaro, que avanzó en la desregulación ambiental y en la tala de la Amazonia; entre las promesas electorales del PT y Lula estaban un mayor compromiso con políticas ambientales y mitigación contra el cambio climático.
Sin embargo, todo ha sido una cruel burla, Lula está impulsando la exploración petrolera en la desembocadura del río Amazonas y su Gobierno aprobó unirse a la Organización de Países Exportadores de Petróleo. «El mundo le ha dado a Brasil el mandato de liderar el debate sobre el clima en 2025», dice a DW Claudio Angelo, coordinador de comunicaciones de la organización brasileña sin fines de lucro Observatorio do Clima. «Redoblar la apuesta por la expansión petrolera es una traición a ese mandato».
Costa Rica, debates y propuestas
En medio de la Tercera Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Océano (UNOC3), realizada en Francia, el presidente de Costa Rica Rodrigo Chaves Robles, criticó la prohibición y moratoria para la exploración y explotación de petróleo; afirmando que primero debe medirse la cantidad de recursos hidrocarburos antes de abrir el debate si se debe explotar o no. Considera que se debe aplicar una lógica económica que supere la dicotomía entre desarrollo y conservación, por supuesto, sin profundizar en detalles sobre eso, como en la mayoría de este tipo de discursos políticos.
Ver también: La factura oculta: cuando el ambiente paga por nuestro consumo
Chaves Robles reiteró que las decisiones de política pública deben basarse en datos, no en posturas ideológicas; aunque en su discurso nunca toma en cuenta los datos existentes sobre el clima, así como la necesidad basada en evidencia científica de frenar y reducir la explotación y consumo de hidrocarburos. Ante las declaraciones de Chaves Robles, este medio de comunicación consultó a Carolina Sánchez, del Movimiento Costa Rica Libre de Perforación, quien recordó que los datos y la ciencia señalan que la quema de combustibles fósiles es responsable de casi el 90% de las emisiones de dióxido de carbono y que el 85% de los nuevos proyectos de gas y petróleo son en el océano. Entonces, ¿Será que considera que hay datos que se deben ignorar por conveniencia?
Colombia, entre debates y volteretas
En Colombia el movimiento ambientalista ha promovido el debate y aprobación de una ley que prohíba el fracking en ese país, sin embargo, advierten que el proyecto está por hundirse si no se debate para este 20 de junio. Más de 100 organizaciones defensoras del ambiente y la naturaleza aseguran que esta situación se debe a la inacción del Poder Ejecutivo y los parlamentarios que habían acorado y hecho campaña a favor de dicha legislación. La Alianza Colombiana Contra el Fracking ha publicado una carta, respaldada por el Observatorio de Ecología Política de Venezuela, exigiendo celeridad a los parlamentarios y al Gobierno Nacional para que se discuta este proyecto de ley.
Ver también: Vaca Muerta y el espejismo de la prosperidad en Argentina
Por otra parte, la exalcaldesa de Bogotá y antigua miembro del Partido Verde, Claudia López, ha declarado que, como precandidata presidencial, apoyaría la implantación del fracking en territorio colombiano. “Va a volver a explorarse y a explotarse todos los recursos energéticos que tiene Colombia: gas, petróleo, fracking, sol, viento”, declaró la dirigente político; que anteriormente se vendía como ambientalista. Esto ha desatado las críticas, que recordaron que en 2018 Claudia López era una de las principales voceras políticas ¡No al fracking!
Hace Falta un Frente Común
La avanzada de las políticas petroleras, impulsadas por la narrativa negacionista imperante en Estados Unidos, así como la presión de los lobbies petroleros y las ambiciones de políticos populistas por un poco de dinero, sin importar los costos para la naturaleza y la humanidad, exigen que en Latinoamérica, los movimientos ambientalistas constituyan un frente común internacional. Ya pudimos observar la carta de la Alianza Colombiana Contra el Fracking, la cual cuenta con el respaldo de 15 organizaciones internacionales. Existen además varias iniciativas como la del Gran Caribe Libre de Combustibles Fósiles o la plataforma Oil Watch; sin embargo, las circunstancias exigen una acción mucho más coordinada.