La acidificación de los océanos avanza y supera un nuevo umbral histórico

Foto de Nico Smit en Unsplash
junio 27, 2025

La acidificación de los océanos es uno de los problemas más graves vinculados al cambio climático, pero también es de los más ignorados por la mayoría de las personas, así como de los menos difundidos por los medios de comunicación y divulgadores. Esto se debe, muy probablemente, a la complejidad del fenómeno y lo complicado que resulta de explicar.

De acuerdo a un reportaje de National Geographic, el proceso se explica a través del fenómeno de absorción del CO₂ por parte de los océanos, el cual, al aumentar sus niveles atmosféricos por las emisiones de las actividades humanas; aumenta en consecuencia la tasa de absorción en los océanos. Cada año el océano absorbe alrededor del 25 % de todo el CO extra emitido, por lo tanto, en los últimos cientos de años, tras la revolución industrial, alrededor del 30 % de todo el exceso de dióxido de carbono que han añadido los humanos a la atmósfera se ha filtrado a los océanos.

Los océanos superficiales han registrado un descenso de aproximadamente 0,1 unidades de pH desde el inicio de la Revolución Industrial, un abrir y cerrar de ojos en el tiempo geológico o evolutivo. Aunque 0,1 unidades no parezcan un gran cambio, son significativas: dado que la escala de pH es logarítmica (como la escala de Richter para los terremotos), ese pequeño cambio supone que el agua es un 28 % más ácida que antes.

Nuevo estudio científico

Recientemente, se ha hecho noticia en los medios especializados la publicación de un artículo en la revista científica Global Change Biology titulado Ocean Acidification: Another Planetary Boundary Crossed, publicado este 9 de junio; basado en el análisis de datos combinados de observaciones históricas, núcleos de hielo y modelos oceanográficos. De acuerdo al mismo, desde el año 2020, el estado medio global de saturación de aragonita se encuentra dentro del rango de incertidumbre del límite establecido originalmente en un 20% menos respecto al periodo preindustrial. ¿Qué significan estos valores y esta información?

La saturación de aragonita es la medida que emplean los científicos para medir la capacidad del agua del mar para sostener la vida marina que forma estructuras protectoras de carbonato de calcio. Entre menos aragonita, los organismos calcificadores generan caparazones más débiles, se desarrollan más lento, su reproducción se ve reducida y las tasas de supervivencia disminuyen. El 60% del océano subsuperficial (hasta 200 m de profundidad) ha superado ese umbral del -20%, comparado con más del 40% de las aguas de la superficie.

En pocas palabras, los datos indicas que el mar es cada vez menos propicio para sostener las formas de vida que dependen de sus ecosistemas. Las consecuencias del cambio climático, a través de la acidificación de los océanos, que se expresa en el deterioro de la saturación de aragonita ha resultado en la reducción del hábitat para arrecifes coralinos tropicales y subtropicales (-43%), para pterópodos polares (-61%), y para bivalvos costeros (-13%).

  Ver también: Señales tempranas de un posible colapso climático

 Implicaciones

Según Helen Findlay, directora del Laboratorio Marino de Plymouth (PML), en Reino Unido, el impacto es más severo en las aguas superficiales de las regiones polares, «mientras tanto, en aguas más profundas, los cambios más grandes están ocurriendo en áreas justo afuera de los polos y en las regiones de afloramiento a lo largo de la costa oeste de América del Norte y cerca del ecuador”.

Steve Widdicombe, colega de Findlay en el Laboratorio Marítimo de Plymouth, trata de dimensionar el riesgo que supone la acidificación: “No es solo una crisis medioambiental, es una bomba de relojería para los ecosistemas marinos y las economías costeras”. “A medida que aumenta la acidez de nuestros mares, estamos asistiendo a la pérdida de hábitats críticos de los que dependen innumerables especies marinas, lo que, a su vez, tiene importantes repercusiones sociales y económicas”, añade el ecólogo marino.

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Una de las claves para entender mejor los efectos que la acidez del océano produce en los ecosistemas oceánicos, es saber más dónde se produce y con que intensidad. Mientras el ártico se haga más accesible a los buques de investigación, a medida que los hielos se derriten, seguirán existiendo otros retos, como el del financiamiento, especialmente en un contexto en que la dirigencia política y empresarial le hacen guerra a estos conocimientos, que los ponen en punto de mira de la responsabilidad. A la vez, que esos mismos promueven la minería y la explotación de petrolero mar adentro, como si no importase que sucederá con el mar.