Por: Erick Camargo (Corresponsal OEP)
Para Observatorio de Ecología Política de Venezuela
Imagen de portada Twitter
En medio de la actual cuarentena social como medida de prevención ante la pandemia de Covid19, muchos venezolanos carecen de servicio de agua potable, lo que no sólo impide realizar las medidas de higiene básicas recomendadas por la OMS sino que además obliga a miembros de los hogares a salir a la calle en búsqueda de agua.
De manera concreta, recibimos las denuncias de los vecinos de las zonas altas del Municipio Sucre del estado Miranda, donde esta situación se ve empeorada por el mal estado en el que se encuentra el embalse La Pereza, localizado cerca de Valle Fresco en Mariche.
El embalse La Pereza fue construido entre los años 1966 y 1966 con el fin de suministrar de agua a las zonas altas de Petare, es decir Mariche, La Dolorita y Caucagüita; su capacidad original es de 9 millones de metros cúbicos y se encuentra a una altura un poco superior a los 1.000 mts de altura. Dicho embalse tenía la intensión de funcionar como compensador en situaciones de necesidad o insuficiencia del sistema Tuy II; sin embargo, ante la creciente demanda se ha convertido en un reservorio de uso primario. No obstante, es importante destacar, este embalse no cuenta actualmente con una planta de purificación, lo que afecta la calidad del agua que suministra.
Esto nos motivó a indagar mediante contacto telefónico con vecinos y las personas que levantaron las denuncias; así supimos que los grupos vecinales de los sectores afectados habían solicitado a las autoridades de Hidrocapital y del IMAS (Instituto Municipal de Aguas de Sucre) el pronto restablecimiento del agua; pues la misma situación de cuarentena exige la constante limpieza e higienización de la casa y nuestro cuerpo, especialmente las manos, como medidas más eficaces para contener y evitar los contagios.
También una vecina, María Villamizar, nos comentó que apenas les colocan el agua por unos 15 días a lo sumo un mes, desde hace tres años, para luego pasar varios meses sin servicio. Nos comenta que los sectores afectados son Parque Caiza, Mirávila, Turumo y Mariche. Nos comunica que ya tienen desde el 13 de marzo sin agua.
Ante los mensajes enviados a las autoridades, el Ingeniero Orlando Hernández, Director General del IMAS respondió que La Pereza estaba acumulando agua y que dependía de la continuidad de esa situación para restablecer el servicio de agua. En el mensaje, que se puede apreciar en la imagen, se pide apoyo a Dios para poder solucionar la problemática.
Sin embargo, la principal denuncia de los vecinos es el tiempo que vienen padeciendo esta misma situación, que suman varios años; además del claro deterioro del embalse, como diría una vecina que nos comentó en forma incómoda, queriendo además mantenerse anónima, “Dios nos ayuda, pero nosotros tenemos que poner de nuestra parte, pero esta gente no hace su parte y tienen abandonada La Pereza”.
Luego recibirían un nuevo mensaje, en el cual se disculpan por no haber suficiente presión para restablecer el servicio de agua, desvaneciendo las esperanzas de los vecinos. Los mismos vecinos comentan que antes, el embalse no tardaba tanto en llenarse, pues no tenía los graves problemas de sedimentación que presenta hoy.
Municipio Sucre #19marzo
— Juan Carlos Vidal S. (@Juancavidal) March 19, 2020
No deseo politizar ni alarmar, pero esta es la situación del embalse La Pereza en Mariches al día de ayer.
En plena cuarentena social, hay 200 mil vecinos de las parroquias foráneas del municipio sin agua.
Quien responde?@EvelynB_Vasquez pic.twitter.com/s98oxQxBEt
Personas que participaron del Comité de Aguas de Parque Caiza y Turumo nos informan que hace más de un año quedó desarticulada su labor y las comunicaciones con las autoridades competentes se han visto truncadas. Esto, nos comentan, se debe al constante cambio de autoridades, pues en un corto período de tiempo han visto pasar por el IMAS a Tatiana Noguera, Gustavo Prieto y actualmente Orlando Hernández, además de la creación de nuevas instancias; lo que no permite consolidar una red de comunicación y trabajo con la comunidad que permita atacar los principales problemas o que las propias autoridades se enteren de la real situación.
Nos indican que los Comités de Agua tenían la tarea de elaborar una programación de suministro que fuese constante y evitara la incertidumbre, pero esta misma incertidumbre ha sido implantada desde las propias autoridades.
María Villamizar nos informa también que ante la situación han optado por comprar camiones cisterna, sin embargo cada vez se hace más difícil pues están cobrando el servicio en dólares y la última vez que uno de estos camiones fue hasta el sector cobró U.S $ 200. Además no sólo hace falta una sola cisterna, como denuncian los vecinos de Parque Caiza, que necesitan entre 8 a 12 cisternas diarias para poder llenar el tanque del conjunto residencial; obligando a quienes tienen carro salir a buscar en otras fuentes el agua, pero el que no tiene, queda imposibilitado de resolver. En otras comunidades, con fuentes alternativas, se ven obligados a salir de la calle a buscar la solución, obligando a romper la cuarentena en estos días cruciales.
Nos comentan que el horario del agua en Parque Caiza es de 8 a 10 de la noche los martes y jueves y de 7 a 9 de la noche los sábados y domingos; cuando tienen agua, es decir, no es continuo el servicio.
Una denuncia que es común en todos los sectores servidos por La Pereza, que se vincula con la denuncia de la falta de Planta de Tratamiento, es la calidad del agua. Los vecinos se quejan de que el agua llega en un principio muy turbia, casi negra, luego se decolara a marrón, y cuando se asienta en los pipotes de almacenamiento, el fondo queda empantanado. Nos informan que han tenido que hervir el agua hasta para el uso doméstico, bañarse y fregar los utensilios; María Villamizar señaló que su esposo ha presentado salpullidos en la piel o alergias, que presumen se trate por bañarse con el agua del chorro.