CASO: La contaminación del aire en Maracaibo y su relación con la crisis del aseo urbano (Zulia)

EXPEDIENTE PARTE DEL MAPA DE CONFLICTOS SOCIO-AMBIENTALES DEL OBSERVATORIO DE ECOLOGÍA POLÍTICA DE VENEZUELA

Maracaibo, es la segunda ciudad más poblada de Venezuela y ha sido en el último siglo el centro económico más importante del occidente del país, gracias al desarrollo de actividades administrativas vinculadas con la explotación y exportación del petróleo, así como de las actividades de gran intercambio comercial y servicios tanto a nivel nacional como internacional, por su cercanía con las fronteras terrestres y marítimas.

La atmósfera de Maracaibo se ha convertido en la más contaminada del país, con una degradación de 300% en el periodo de 2004 a 2008 (Galbán y Hurrinson, 2013). El Instituto para el Control y la Conservación de la Cuenca del Lago de Maracaibo (ICLAM) desde hace más de 20 años ha realizado el seguimiento a la calidad del aire en los municipios Maracaibo, San Francisco y La Cañada de Urdaneta. Estudios realizados por este instituto indicaron para el año 2005 un registro de 86,7 microgramos de partículas suspendidas por cada m3 de aire, que según el decreto 638 de las Normas sobre la Calidad del aire y el control de la contaminación atmosférica, se considera como aire moderadamente contaminado. Para el año 2008 este registro se triplicó, alcanzando 254,4 microgramos de partículas suspendidas por cada mde aire, lo que lo ubicaría en la categoría de aire altamente contaminado.

Por otra parte, Galbán y Hurrison (2013) realizaron una evaluación de la contaminación en las parroquias que conforman el municipio Maracaibo, comparando los registros de Partículas Suspendidas Totales (PST) en los años 2001 y 2008, y pudieron comprobar que los niveles más altos de contaminación en el aire estaban asociados con las parroquias de mayor densidad poblacional del área urbana de Maracaibo. Las PST son todos aquellos compuestos o conjunto de estos en estado sólido y liquido como polvo, polen, hollín, humo y pequeñas gotas que se encuentran suspendidos en el aire, siendo todos abundantes y nocivos para la salud y el ambiente.

En el año 2001 la contaminación en el municipio Maracaibo alcanzaba valores registrados por debajo de 200 μg/m3 hasta los 75 μg/mque lo calificaban como aire moderadamente contaminado en la mayor parte del área urbana. Por su parte los valores superiores a 201 μg/m3 (aire altamente contaminado) se localizaban en parte de las parroquias Cristo de Aranza y Manuel Dagnino, donde se encuentra ubicada la planta termoeléctrica Ramón Laguna.

En el año 2008 pudo identificarse un aumento en la concentración de PST con valores entre los 300 μg/m3 hasta 444 μg/m3 que según la norma COVENIN es aire muy contaminado. Dichos valores se registraron en el centro-oeste y noroeste del área urbana del municipio Maracaibo, afectando las parroquias Idelfonso Vásquez, Venancio Pulgar, Antonio Borjas Romero, Francisco Eugenio Bustamante y parcialmente las parroquias Juana de Ávila, Chiquinquirá, Cacique Mara, Cecilio Acosta y Luis Hurtado Higuera. Además se amplió el número de parroquias afectadas con aire muy contaminado con respecto al año 2001 abarcando parcialmente las parroquias Coquivacoa, Juana de Ávila, Olegario Villalobos, Chiquinquirá, Bolívar, Cacique Mara, Cecilio Acosta, Cristo de Aranza, Manuel Dagnino, y Luis Hurtado Higuera. El último estudio por la universidad del Zulia fue realizado en el año 2008 e indicaba que el 54% del municipio Maracaibo poseía aire contaminado. Es posible afirmar entonces que la contaminación del aire por aumento de PST en el municipio Maracaibo entre los años 2001 y 2008 estaba asociada a las emisiones del parque industrial, tráfico automotor, suelo desprovisto de vegetación o deforestación y con el incremento de la industria del cemento y la construcción; todos estos factores se relacionan a su vez con el fenómeno de expansión y crecimiento urbano, actividades que se han venido desarrollando en el municipio Maracaibo (ICLAM, 2009).

Más recientemente, para el año 2013, los datos del ICLAM reafirmaron la situación. Sin embargo, con la evolución de la extraordinaria crisis que vive el país desde ese año, muchas de las actividades económicas y administrativas formales (parque industrial, servicio de recolección de desechos, sistema eléctrico, etc.) han colapsado y en cambio han proliferado focos de contaminación y nuevas prácticas que agravan esta problemática. Entre estas prácticas informales se cuenta la quema de cauchos y de basura en general, provocadas principalmente por el colapso de vertederos y los serios problemas en el servicio de recolección y disposición final de desechos sólidos.

Los habitantes de sectores como Raúl Leoni, Curva de Molina, Monte Bello y de zonas populares como Cerros de Marín y la vía Ziruma-El Milagro han afirmado que sufren la peor crisis en el servicio de recolección y disposición de basura que se ha registrado en la entidad marabina. En noviembre del año 2018 afirmaban que la ausencia de los camiones recolectores del Instituto Municipal de Aseo Urbano de Maracaibo (IMAU) tenía varios meses y que por tal motivo se había desencadenado la aparición de vertederos improvisados a cielo abierto en áreas comerciales y residenciales de la ciudad. El alto nivel de acumulación de desechos de forma indiscriminada es capaz de comprometer el tráfico peatonal e incluso vehicular, produce malos olores, proliferación de moscas, gusanos y roedores. Para controlar la cantidad de basura los afectados realizan la quema de los desechos y todos estos factores han producido un problema de salud pública en la región.

Las Fundaciones Ecológicas Maranatha, Azul Ambientalistas y el Partido Centro democrático (PCD) se han pronunciado ante el deterioro en los niveles de calidad del aire del municipio Maracaibo, haciendo seguimiento a este tipo de estudios. Han realizado denuncias y campañas para que las autoridades aborden el problema, pero también llamando a la conciencia de la población. Según Azul Ambientalistas, la población, que siente y padece la situación, no asume posiciones críticas frente a la misma debido a la falta de información (Canal azul, 2013). Sin embargo, se han producido protestas en varias partes de la ciudad por la terrible situación de la basura. Paradójicamente, la quema de basura ha sido utilizada como una “solución” ante las deficiencias en el servicio de su recolección. Se registran denuncias de vecinos que no pueden respirar debido a que la quema de la basura se registra al lado de su barrio o hasta sus casas. Esto implica que para enfrentar un problema ambiental se genera otro.

Del mismo modo, la quema de basura ha sido utilizada como señal de protesta, incluso en manifestaciones de carácter político (como las protestas masivas de 2017). Algunos habitantes afirman que de esta forma obtienen respuesta parcial a su problemática, puesto con la incineración de los desechos los cuerpos policiales intentan sofocar el incendio y retirar los escombros (Pérez, 2018). Cuando no es posible controlar el fuego se requiere la presencia de funcionarios bomberiles y en algunos casos, ante el efecto del humo, se ha hecho necesario el desalojo de casas y edificios de zonas adyacentes a las quemas (Salas, 2018).

Maracaibo es la municipalidad con más habitantes que ha ocupado el primer lugar de producción per cápita de desechos, con un valor de 1.2 kg/hab/día (Bousson, 2018); así, ha sido el estado Zulia el que ha ocupado el primer lugar del país en la aparición de enfermedades respiratorias agudas (más de 14 mil casos en 2016), según el Ministerio de Salud. Esto pone de manifiesto el problema de salud pública que desencadena la gestión de los desechos en esta entidad. En los primeros años de la década de 2020, la situación de desechos y contaminación del aire se ha atenuado levemente, pero el problema se mantiene. Este caso es reflejo tanto de la crisis que vive el país, como de la situación socio-ambiental y los diversos mecanismos a los que recurre la gente para enfrentarla.

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