Entrevista a José Rafael Lozada: Cumanacoa, testimonio de un problema multifactorial

Cumanacoa . Crédito foto: AFP
julio 18, 2024

Ante las denuncias públicas y judiciales referentes a la extensión de la deforestación en varias regiones del país, y teniendo hoy la emergencia humanitaria provocada por un desastre natural en Cumanacoa que ha abarcado el grueso de la prensa, queremos hablar con el profesor José Rafael Lozada quien es Ingeniero Forestal con maestría en manejo de bosques y doctorado en biología vegetal; profesor jubilado de la Facultad de Ciencias Forestales y Ambientales de la ULA, en Mérida.

Doctor José Rafael Lozada

Esta conversación se da en respuesta de que no se le ha dado enfoque en la información dada al público sobre las principales causas de este evento. 

Profesor, de acuerdo a sus estudios y datos, ¿la deforestación en Cumanacoa tiene un importante papel en estos sucesos acaecidos recientemente en la cuenca del Manzanares?

Yo creo que esa tragedia que acaba de ocurrir en Cumanacoa es un problema multifactorial. Son muchos aspectos que inciden en la ocurrencia y en las consecuencias que tuvo ese evento, y pienso que uno de los factores que tuvo alta relevancia es la deforestación. De acuerdo a la cartografía que se ha realizado para todo el país, que tiene bastante detalles, desarrollada con el proyecto MapBiomas Venezuela, en la cuenca del río Manzanares hubo una deforestación entre 1985 y 2022 de 9.200 hectáreas, es decir, se destruyó toda esa superficie de bosques en tan solo 37 años. Eso significa que todos los días se están tumbando 0,7 hectáreas de bosque, lo cual indica que casi todos los días hay alguien tumbando árboles y destruyendo ese ecosistema.

Fuente: MapBiomas Venezuela

Así, en 2022 la cuenca del Manzanares queda cubierta en un 52% de superficie boscosa, lo que es una proporción relativamente baja, ya que es una cuenca que tiene una alta incidencia de la fisiografía de montañas y abundancia de pendientes media y altas, en la parte que va más arriba de Cumanacoa. Mientras que más cerca de la propia Cumanacoa coinciden la mayoría de los afluentes del río Manzanares. En ese lugar es como si hubiese un centroide, donde el sector de Cumanacoa es un área de concentración de los cursos fluviales de la cuenca.

¿De qué forma influye esta destrucción del bosque en eventos como este?

Bueno, aquí hay es cuando se forma el problema, porque los bosques actúan como una esponja que absorben el agua de la lluvia y favorecen que el agua se infiltre y haya poca escorrentía superficial. Luego el agua sale muy lentamente del suelo, y así se mantienen los ríos incluso en época seca. Si no hay bosques, el suelo se satura rápidamente, hay mucha escorrentía superficial y no hay casi infiltración. Entonces, cuando hay una lluvia torrencial, el agua se va rápidamente por los cauces, por los ríos, y luego en la época seca no hay agua. Eso lo estamos observando en muchos lugares del país.

Fuente: MapBiomas Venezuela

En este fenómeno, que acaba de ocurrir en Cumanacoa, es muy importante la humedad precedente, o la precipitación que había ocurrido antes que llegara el coletazo de la tormenta Beryl. De acuerdo información de personas que viven en la zona y conocen bien el sector, allí en los días anteriores habían ocurrido unas lluvias de poca intensidad. Esto es muy importante, porque ya el suelo estaba saturado, ya no soportaba más retención de humedad, por eso, al llegar el coletazo de la tormenta, toda esa lluvia se va por escorrentía superficial, porque, repito, el suelo ya estaba saturado, no tenía más capacidad de retención de humedad; entonces toda esa lluvia se convirtió en una crecida desastrosa. Allí tenemos el efecto ocurrido por esta situación, lamentablemente, no hay datos o registros climáticos que nos digan cuanto llovió en los días previos o ese día en concreto en Cumanacoa, sino estos testimonios que he recibido; no hay ningún informe, ni estaciones climáticas en la zona.

¿Entonces, sin necesidad del coletazo del huracán hubiese podido suceder un evento similar, aunque de menor magnitud?

Eso es correcto, sin necesidad de huracán, con que ocurra un evento meteorológico que genera alta precipitación, que ocurra saturación del suelo, que haya altas pendientes y áreas deforestadas en las cuencas; que las zonas de desborde natural de los ríos estén ocupadas por viviendas, que no haya obras de corrección de torrentes ni manejo conservacionista de las cuencas. Con todo eso unido, es la receta perfecta para una tragedia, sin necesidad de que intervenga un huracán.

Por ejemplo, en la tragedia de Vargas, que ocurrió en diciembre de 1999, tenía varios días lloviendo y para el 5 de diciembre ya se habían acumulado 120 mm de precipitación en 5 días, una lluvia suave. Allí algunos organismos dieron una primera alerta de que algo serio podría ocurrir. Luego llovió con más intensidad, y ocurrió la tragedia el 15 de diciembre, sin intervención de huracán; fue un evento meteorológico de alta concentración de vientos que traían humedad, esos vientos condensaron toda la humedad en la montaña y en dos semanas descargaron 1.200 mm de precipitación, y ocurrió esa tragedia. Repito, eso no fue un huracán.

Por eso yo planteo que debe haber un procedimiento de gestión de riesgos ambientales en todo el país, sobre todo en las cuencas torrenciales, que están identificadas en Venezuela y son decenas de ellas. Por la magnitud de este trabajo tiene que ser una actividad que debe ser descentralizada, yo creo que eso no puede ser eficiente en manos de un ministerio, inmenso, omnipresente, centralizado y todopoderoso, ineficiente, en la ciudad de Caracas. Hoy en día se habla de descentralización, a mí me parece que hay que darle más protagonismo a los actores regionales y locales, que son los principales dolientes de las consecuencias de este tipo de situaciones.

Y quiero referirme particularmente a las direcciones ambientales de las alcaldías. Cada alcaldía debería tener un departamento ambiental sólido, que haga el análisis de todo el territorio municipal y que haga su gestión de riesgos ambientales, que emita sus alertas tempranas en caso de que pueda ocurrir un evento de esta naturaleza. Sobre todo para evitar pérdida de vidas humanas. Por eso yo digo que realmente no se justifica que se hayan perdido las vidas de estas personas como acaba de ocurrir en Cumanacoa. Por esta razón, en el aspecto ambiental y por muchas otras razones, yo creo que si es coherente la propuesta de un gobierno federal, debe haber mayor distribución de responsabilidades, del poder, de los presupuestos, de los planes de acción, tomando más en cuenta a los actores locales. Aquí se ha hablado mucho de democracia participativa y empoderamiento, pero nada de eso está ocurriendo. En Cumanacoa no sabemos cuanto estuvo lloviendo, cuanto fue la precipitación que cayó en ese día para generar esa tragedia, entonces yo creo que una de las soluciones es descentralizar y apoyar más a las alcaldías.

¿Se puede hablar en este caso de eventos o dimensiones relacionadas con algún efecto del cambio climático o todavía es muy temprano para afirmar algo al respecto?

Toda la literatura que trata sobre el Cambio Climático indica que habrá alteraciones en los patrones de los eventos meteorológicos. Habrá en algunos lugares del planeta sequías más extremas y largas, y lluvias más intensas y con mayores efectos. En el caso particular de Venezuela, en el Primer Reporte Académico sobre el Cambio Climático, se indica que es muy posible la ocurrencia y frecuencia de huracanes por debajo del paralelo 10 norte, que es la zona común de formación de estos fenómenos. Es decir, se formarán huracanes más al sur y habrá más probabilidad de impactos de forma directa en la costa caribeña del país.

Nosotros estamos acostumbrados a señalar que los huracanes no afectan a Venezuela, pero eso puede ocurrir en años venideros, cada vez van a estar más cerca de nuestra cosa. Y en este caso de Cumanacoa, lo que afectó fue un coletazo de esta tormenta; pero en el futuro los huracanes van a tocar nuestras costas. Uno de los problemas que tenemos, es que como se han ido reduciendo las estaciones meteorológicas, ha habido una pérdida de registros climáticos, entonces para alimentar los modelos de simulación y realizar las predicciones apropiadas para estos fenómenos, es muy difícil si no hay datos recientes. Ya perdimos alrededor de 20 a 30 años de registros de muchas estaciones, en que no sabemos qué ha pasado, no tenemos datos exactos, y sin esos datos, ejecutar estos modelos es muy complejo y será difícil hacer predicciones correctas. Entonces en este momento, debido a la ausencia de ese registro climático, es difícil asegurar con el 100% de certeza que este huracán Beryl es producto del Cambio Climático.

Aunque viendo las tendencias mundiales, las alteraciones climáticas que están ocurriendo en todo el mundo, yo creo que sí se puede interpretar como un efecto colateral del Cambio Climático. Porque el Cambio Climático básicamente significa un aumento en las temperaturas medias del planeta, lo que altera los patrones climáticos. Ahora aquí hay algo muy importante que se debe tomar en cuenta, allí en Cumanacoa ya hubo unos desbordes trágicos en 2012 y apenas 12 años después vuelve a ocurrir otra tragedia en ese lugar, casi con las mismas características que la tragedia anterior. Han sido 12 años de período de retorno, y eso es muy corto; es decir, estos eventos climáticos extremos, normalmente en Venezuela y en la mayoría de los lugares del planeta, tienen períodos de retorno de decenas o hasta centenas de años.

El periodo de retorno es el tiempo que pasa para que se vuelva a repetir un fenómeno de estos, aquí se podría esperar un período de retorno de 100 para una precipitación tan intensiva, apenas 12 años es un tiempo muy corto. De allí que yo sí interpreto que esto es un efecto colateral del Cambio Climático y que se debe tomar en cuenta. 

Muchas gracias profesor por sus respuestas, las cuales esperamos sean un importante insumo informativo para nuestros lectores y esperemos que contribuyan y ayuden a formar conciencia de los graves problemas socioambientales del país, especialmente los referentes a la pérdida de cobertura vegetal en las cuencas hidrográficas y el rol del Estado en su protección, así como en la prevención de catástrofes naturales.

Nos gustaría que dejara unas palabras finales para despedir a los lectores.

Para finalizar quisiera decir que nadie se puede atribuir la posesión de la verdad absoluta, y mucho menos en un problema tan complejo como este. Considero que es recomendable la constitución de un equipo multidisciplinario de expertos, que ejecuten un diagnóstico detallado y las propuestas de soluciones que correspondan. Creo que falta mucha información y se requieren más análisis de los aspectos físico-naturales, socioeconómicos y político-institucionales que influyen en este tipo de eventos.

Ojalá que en el río Manzanares y en otras cuencas torrenciales del país, se realicen estas acciones para minimizar daños futuros y mantener lo más posible el bienestar de la población. Los riesgos ambientales deben ser afrontados y reducidos al máximo.

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