EXPEDIENTE PARTE DEL MAPA DE CONFLICTOS SOCIO-AMBIENTALES DEL OBSERVATORIO DE ECOLOGÍA POLÍTICA DE VENEZUELA
Las reservas probadas de bauxita en Venezuela están estimadas en más de 320 millones de toneladas (El Universal, 2010), lo que representa “un valor comercial” de al menos 9 mil millones de dólares según estimaciones anunciadas por el ex-ministro de Desarrollo Minero Ecológico, Roberto Mirabal (Ayala, 2016). Los Pijiguaos es el yacimiento más importante de bauxita en Venezuela. Se encuentran otros yacimientos aún no explotados en la región de Upata (proyecto El Palmar) y en la altiplanicie de Nuria (al norte de la población de Tumeremo) (Bravo, 2013). El proyecto de explotación de Los Pijiguaos, “Bauxiven”, arranca a principios de 1984, con un préstamo del BID de 108 millones de dólares. El objetivo es sustituir las importaciones de materia prima (bauxita) de la empresa Interalúmina, que desde 1977 se encarga de la producción de aluminio, o “proceso Bayer” (origen de “lodos rojos”), en Ciudad Guyana. La industria del Aluminio pudo desarrollarse también con participación suiza (a través de Swiss Aluminium Ltd. y Alusuisse Lonza). A través de la explotación de la bauxita, Héctor Soucy, presidente de CVG Bauxiven en 1984, planteaba el impulso de un nuevo “polo de desarrollo” en Venezuela en el ‘Distrito’ de Cedeño, que coadyuvaría a la explotación “sustentable” del yacimiento de bauxita (Mariño, 2016). Estas perspectivas de desarrollo aún son actuales, lo que es evidente en la narrativa del Gobierno nacional: “En el caso del noreste de Bolívar, el Gobierno Nacional viene promoviendo la creación de un nuevo polo de desarrollo industrial basado en la bauxita y el procesamiento de aluminio primario (…)” (AVN, 2014) Desde 1994 es CVG Bauxilum que se encarga de la extracción de la bauxita de Los Pijiguaos, tras la integración vertical de Bauxiven e Interalumina. La empresa ha conservado su estatus estatal hasta hoy, pese un intento de privatización fallido en 1998 (El Tiempo, 1998). En cuanto a la cadena de producción de aluminio, la planta de extracción de bauxita, es decir Bauxilum, se sitúa en el primer eslabón de la cadena. El mineral es transportado por el río Orinoco hasta Matanzas, Ciudad Guyana, en temporada de navegación (zafra), donde se ubican las plantas de alúmina (también relacionadas a la producción de desechos tóxicos “lodos rojos” almacenados en piscinas en las orillas del Orinoco). Venalum y Alcasa requieren (y dependen) de la materia prima extraída en Los Pijiguaos. Esta industria minera es considerada estratégica para el desarrollo industrial del país (considerado en motor N° 15 de la Agenda Económica Bolivariana – Industrias Básicas, Estratégicas y Socialistas). La producción de bauxita ha tenido una fuerte caída en la última década. Tras alcanzar un pico en el año 2006 (5,92 Millones de TM), la ‘producción’ descendió a 0,34 Millones de TM en el año 2016. En el año 2011, CVG Bauxilum recibió equipos a través del Convenio Venezuela – Bielorrusia por un monto de 31 millones de dólares para las operaciones en la mina de bauxita (CVG Bauxilum C.A, 2011). Para resolver la crisis del sector aluminio (empezando por el primer eslabón de la cadena de producción, la bauxita) se concluyó, a mediados de junio 2017, un convenio entre el Ministerio del Poder Popular para Industrias Básicas, Estratégicas y Socialistas (Minppibes) y la Corporación de Ingeniería Ferroviaria China (CREC), que apunta a la recuperación a través de la “normalización de la producción en forma competitiva y rentable”, esencialmente obras y de trasferencias de maquinaria (El Universal, 2017; MINPPIBES, 2017).
