El avance de la minería ilegal, principalmente en la parte alta de la cuenca del río Caura, ha afectado notablemente tanto a sus delicados ecosistemas como a los pueblos indígenas que allí residen: yek’wana, sanemá y hoti. La cuenca del Caura es el mayor paraíso natural de selva en el territorio venezolano, una zona de bosques considerada la más virgen de América Latina, con un importante reservorio de agua y una gran biodiversidad. La flora incluye 17% de las especies conocidas en el país, más de 32% de la fauna reportada y el 88, 3% de las plantas endémicas de la Guayana venezolana (Aymard et. Al., 2011). Además, se encuentra actualmente dentro de la figura de Parque Nacional, en la cual está excluida en su totalidad la minería. Los pueblos indígenas que allí residen y que han gestionado sus territorios en armonía con la naturaleza –sobre todo los del Alto Caura–, están sufriendo la contaminación de sus aguas por mercurio, pérdida de biodiversidad, la merma de sus medios de vida, pérdida de sus tradiciones culturales, corrupción y violencia a raíz de la expansión de esta actividad extractiva. Diversas declaraciones, manifestaciones y movilizaciones han sido realizadas por estos pueblos organizados, no sólo para denunciar este fenómeno y exigir al Estado su solución, sino también para reivindicar el respeto por sus tierras ancestrales y por el cumplimiento de sus derechos constitucionales. Los variados intentos por frenar la actividad minera ilícita han fracasado hasta la fecha, motivado a la ausencia o inconsistencia de políticas públicas, corrupción y el notable auge de este flagelo en la zona y en general en los estados Bolívar y Amazonas. La oficialización del mega-proyecto del Arco Minero del Orinoco en febrero de 2016 y la declaratoria de la cuenca del Caura como parte del Parque Nacional Caura en marzo de 2017 aparecen como nuevos desafíos para estas comunidades originarias. Los pueblos indígenas han declarado que se mantendrán movilizados y en resistencia ante el avance de estas amenazas en sus territorios.

Fuente: El Estímulo.