Desde el 2005 la estatal Hidrológica de la Región Capital C.A (Hidrocapital) ha construido a través de la empresa brasilera “Construcoes e Comercio Camargo Correa S.A” una presa de 84 m de altura y 240 m de longitud en el río Cuira, afluente del río Tuy en la parte norte del municipio Acevedo del estado Miranda. Este sistema “Tuy IV”, como política de Estado, lleva como principal objetivo tratar de aliviar la deficiencia de agua potable en el Distrito Capital. Se prevé extraer del embalse aproximadamente 21.000 litros de agua por segundo, que serían enviados por bombeo a través de 70 kilómetros de tubería de 3 metros de diámetro, hasta la planta de tratamiento de Caujarito, cercana a Charallave (estado Miranda), punto de suministro al Sistema “Tuy III”, responsable de acarrear el agua que se distribuye a zonas populares de Caracas, Valles del Tuy y el estado Vargas. Este proyecto además impacta negativamente sobre 16 comunidades campesinas que han sido desplazadas de la zona de influencia del embalse (517 Km²) y que subsisten principalmente de la siembra de cacao, ocumo, yuca y ñame. Este hecho ha sido epicentro de un conflicto socio-ambiental, donde se destaca por un lado, el discurso sostenido de “bienestar social” por parte del Estado en las políticas de desarrollo de proyectos y por el otro, el marco discursivo y las estrategias socio-organizativas, económicas y territoriales que han emprendido las comunidades afectadas desde que el ex-presidente Chávez decretara el proyecto. Es necesario explicar que las comunidades conocían del proyecto antes de la llegada de Chávez a la presidencia, solo que una vez que se hace oficial pasa a ser considerado como un proyecto posible, debido a la concepción de la voluntad política de un Estado personificado en el Presidente de la República. Esto dio pie a la producción y circulación de los marcos discursivos identitarios y de justicia social entre los afectados. El proyecto que fue previsto concluirlo en el 2012, ha sido paralizado en varias oportunidades por deficiencias presupuestarias. Sin embargo, algunas comunidades desalojadas han sido indemnizadas con viviendas en urbanismos de la “Gran Misión Vivienda Venezuela” mientras otras, como los agricultores de “El Jobito” aún permanecen con sus luchas encarando el conflicto contra el Estado venezolano, reclamando sus derechos de tener su propia tierra para la agricultura. En la actualidad las comunidades experimentan un proceso de arraigo y desarraigo social de sus lugares cotidianos y la desterritorialización como uno de los impactos irreversibles del proyecto. Sintetizamos que el conflicto generado por el proyecto de desarrollo de la represa del Sistema “Tuy IV” radica principalmente en el intento del Estado en tratar de esquematizar y homogenizar el orden social en el Cuira, establecer códigos previos sobre las prácticas y deseos sociales de las comunidades afectadas y además no poder cumplir con las promesas institucionales. Hay que destacar que este conflicto sobredimensiona lo local, ya que estamos ante una política pública cuyo objetivo es solventar una problemática de déficit en la distribución del agua potable a la capital de la República. Sin embargo, observamos cómo se sobrepone la ejecución de un proyecto con estas características, por encima de los derechos de las minorías, en este caso de las comunidades campesinas que tradicionalmente ocupan estos territorios del Cuira.