¿Crisis Estudiantil?
Por: Erick Camargo (Corresponsal OEP)
Para Observatorio de Ecología Política de Venezuela
La crisis que vive actualmente Venezuela, aunque muchos sólo la dimensionan en las áreas de la economía y la política, afecta todos los órdenes y espacios de la vida, sobre todo la social y ambiental. Vivimos paralelamente y relacionada con las crisis económicas y políticas, una crisis ambiental sin precedentes, entroncada también con la emergencia climática que vive el mundo en la actualidad. No sólo por ser un importante productor de combustibles fósiles, sino por ser denominada Venezuela un país de “vocación minera”.
En este contexto, ha destacado como elemento común en las movilizaciones de Todos por El Futuro (Fridays For Future), movilizaciones juveniles alrededor del mundo por la crisis climática global, en la cual Latinoamérica ha tenido importante presencia; la marcada ausencia de dirigentes estudiantiles de las universidades venezolanas. De allí la razón de realizar estas entrevistasa voceros del movimiento estudiantil universitario para conocer de primera mano sus opiniones y propuestas en torno a la crisis ambiental en Venezuela.
Desde el mes de diciembre intentamos realizar las entrevistas sorteando diversas dificultades para lograr una audiencia con los principales líderes estudiantiles. Con Luztay Franco, de Acción Democrática, excandidata a la F.C.U de la Universidad Central de Venezuela, que quedó de segundo lugar, a pesar de expresar su abierta disposición; hace pocos días logramos enviarle la primera batería de preguntas por WhatsApp, pero no se ha recibido respuesta. Igual sucedió con la reciente vencedora de las elecciones de la ULA, Ornella Gómez, quien también se mostró abierta a ser entrevistada, con las dificultades que los cortes de luz les imponen a los merideños para comunicarse vía internet, pero tampoco respondió a las primeras preguntas realizadas por WhatsApp. En el caso de Carlos “Pacho” Ramí, su competidor, ni siquiera respondió los mensajes.
Estos casos nos desalentaron a indagar en otros dirigentes fuera de Caracas. A pesar de ello logramos contactar a Franklin Rodríguez de la Universidad de Oriente en el Núcleo de Puerto Ordaz y con Aldeni Viloria, estudiante de la ULA, activista político de la ciudad de Mérida. En Caracas nos entrevistamos con David Sosa, presidente de la F.C.U-UCV, con quien costó concertar una cita, pero luego su asistente logró que se diera en la sede la F.C.U, y con Randol Virguez, Consejero Universitario de la USM. A partir de estos tres intercambios reseñaremos sobre la situación estudiantil y la crisis ambiental en el país. También entrevistamos a un equipo en proceso de formación de la Escuela de Derecho de la UCV, llamado Creemos, para contrastar con quienes ostentan cargos en la F.C.U.
En el caso de Caracas nos enfocamos mucho en los temas locales, antes que los nacionales-globales; mientras que con el compañero de la Universidad de Oriente sí fuimos directamente a entablar un tema de enorme interés nacional como lo es el AMO.
David Sosa y Randol Virguez, dirigentes estudiantiles en Caracas
David Sosa lo primero que comentó al iniciar la entrevista fue sobre una tendencia ideológica de reacción contra todo lo que tenga “tufo” a chavista, dentro de lo que incluyó los temas ambientales y de sostenibilidad; aunque admitió que para él la sostenibilidad es un tema fundamental.

A ambos líderes estudiantiles se les refirió el tema local de Caracas en relación con el ambiente, a partir de elementos concretos como la crisis de agua, la crisis energética, el tema de la basura y la degradación que viene sufriendo el Parque Nacional El Ávila/Waraira Repano progresivamente. Problemáticas conectadas con temas sociales, ambientales y universitarios, que viven sus propias comunidades. Se les preguntó qué políticas tenían sus movimientos estudiantiles sobre estas problemáticas; ambos fueron transparentes y categóricos al negar la existencia de dichos temas en sus políticas, en sus discursos, planes e incluso perspectivas como movimientos estudiantiles.
David Sosa se refirió a que sólo en la Facultad de Odontología el problema del agua es de vital importancia para el desempeño de sus actividades académicas, comentó que “quizás pudiese ser un problema del Hospital Clínico Universitario, pero realmente a los efectos de los estudiantes no es algo al menos aquí en la universidad que afecte su existencia”; refiriéndose a que la UCV es una comunidad esencialmente académica. Sí puntualizó que esos temas afectan a los estudiantes en el entorno dónde hacen su residencia, dónde viven, en sus comunidad; comentando que allí se observan muchísimas protestas sociales.
Randol Virguez nos comentó que la USM ha tenido que lidiar con los problemas de agua de los barrios aledaños, sobre todo Barrio Píritu, que tiene más de 5 años sin agua por tuberías, por lo que los vecinos suelen trancar la vía de entrada a la universidad lo que permite a sus estudiantes “darse cuenta de la problemática”. Virguez nos comentó que después del mega apagón del año pasado, repartieron 1.000 pastillas potabilizadoras de agua, sobre todo en la comunidad Las Marías, al tener noticias que la gente estaba tomando agua de las quebradas contaminadas o fuentes de agua de dudosa calidad; sin embargo se saben limitados en su acción y no han establecido nexos importantes con las comunidades.

A David Sosa le preguntamos si se había planteado hacer una conexión con esas protestas sociales en las comunidades y el movimiento estudiantil, como dirigentes estudiantiles y con miembros estudiantiles viviendo en esas comunidades, buscando crear un nexo. Lo cual le pareció que sería importante de hacer, sin embargo dijo que es complicado y complejo, pues éstas no persiguen objetivos políticos concretos y no están organizadas ni conectadas unas entre ellas, “hay una dificultad muy grande en conectar una protesta con otra protesta y focalizarla con un objetivo político que permita la resolución del problema”, comentó David Sosa, haciendo hincapié en la desconexión entre el movimiento estudiantil y la sociedad.
A Sosa le preguntamos sobre su opinión por la Extensión Universitaria, por ser uno de los principios conceptuales de la UCV. El consideró que es fundamental y cree que “el conocimiento por el conocimiento es banal”. Por ello le preguntamos si no tenían planes de abordar los temas socio-ambientales de la ciudad desde la DEU o por cuenta propia como FCU o movimiento estudiantil; nos repite que no se han planteado el tema en lo absoluto. Al preguntarle si en la FCU o en su organización estudiantil tienen una sección encargada del tema, nos comentó que su equipo no tiene a nadie que se encargue del tema. Sí puntualizó que han hecho jornadas de limpieza, desmalezamiento y protección de los animales que viven dentro de la Ciudad Universitaria; sin existir secretarías o secciones que piensen sobre el tema.
Refirió al movimiento de la Escuela de Estudios Políticos donde un equipo llamado “Agora” posee una secretaría denominada “Secretaría de Pensamiento Lateral”, que tiene la misión de discutir de todos los temas; en la cual sí se han tocado algunos puntos medioambientales; puntualizó sobre una actividad sobre el Esequibo, el cual toca la temática ambiental.
Al preguntarle a ambos sobre cómo ven el desarrollo del Arco Minero del Orinoco, sobre qué actividades realizarían o porque no se han sumado las luchas en contra de este mega proyecto extractivista en el país, David Sosa comentó que él observa que ese asunto es tomado más sobre el beneficio económico que está obteniendo el gobierno, el saqueo de la clase gobernante; considera que debe enfocarse en el daño que se está realizando al ambiente el cual sería irrecuperable. Pero no han desarrollado ninguna iniciativa, no han tenido pronunciamientos, salvo alguna actividad a la que ha asistido personalmente del Instituto Progresista. Al preguntársele sobre la Plataforma contra el Arco Minero del Orinoco, declara que no han tenido contacto alguno; considera que no hay suficiente información al respecto, que no hay fuentes para tomar datos sólidos con los cuales ellos esgrimir un discurso. Falta de conexión con las organizaciones ambientales, las cuales declaran desconocer su existencia. Considera que no se conoce a ciencia cierta el costo que se está realizando en daños para la nación. Está convencido que la forma de movilizar a las personas para rechazar el Arco Minero del Orinoco es una valuación en costos monetarios la recuperación de los paisajes y ríos destruidos; y sacarlo del debate sobre el uso de esa explotación para el financiamiento ilícito de los miembros del gobierno. Considera que será un tema que se discutirá con mayor fuerza en el futuro.
Randol Virguez al preguntársele sobre el tema del Arco Minero del Orinoco, como incluso un tema más político; pues él considera que esa ha sido la prioridad del movimiento estudiantil; fue mucho más crítico. Cree Virguez que la razón esencial de no tener esos temas en los discursos ni en las agendas, se debe a que no es una línea que es enviada por las direcciones de los partidos políticos. El mismo que se reconoce como militante de un partido político de alcance nacional y con tradición, considera que se sienten atados de manos; pues no les permiten libertad de acción para elegir qué temas van abordar. Los dirigentes bajan líneas que deben cumplir, dice que cuando se intenta manejar otras temáticas no contempladas en las líneas del partido, suelen ser ignorados y vilipendiados, por no respetar la disciplina. Luego fue más crítico hacia sus compañeros dirigentes, al asegurar que si la dirección política de los partidos del “G-4” no sueltan líneas, los dirigentes estudiantiles no se mueven. Considera que hay una carencia de criterio en los líderes universitarios.
Al cuestionarle a David Sosa sobre el movimiento Todos por el Futuro (capítulo venezolano de Fridays For Future), alegó que no tenía idea de la existencia del movimiento ni de las manifestaciones, actividades o huelgas por el clima. Al explicarle que eso mismo es lo que motiva las entrevistas, remarca que no estaba al tanto, sólo había escuchado sobre algunas jornadas de limpieza de playa y no sabía si estaba dentro de los objetivos de desarrollo del milenio. Se le preguntó si estuvo al tanto de la “Semana por el Clima” en la cual se pensaba realizar una actividad con ellos, informó que nunca supo sobre el tema. Luego alegó que es difícil que la FCU asuma un discurso formal sobre el tema ecológico o ambiental, porque es un espacio pluriideológico, aunque no cree que la ecología sea un tema de ideología, considera que no tiene datos a la mano para convencer que es un asunto objetivo y de todos, para que o sea convencido por un tema ideológico.
Considera que las condiciones socioeconómicas de los estudiantes no permiten que los jóvenes de las universidades y los movimientos estudiantiles se interesen en los temas ambientales, menos en desarrollar proyectos. Enfatizó más en un tema de movilización política, el desarrollo de proyectos de sostenibilidad para aplicarse en el país o para investigar datos. Considera que es una trampa mortal y macabra, centrarse en el presente y olvidar el futuro. Considera que la FCU es una organización de lucha por las reivindicaciones estudiantiles y no considera el tema socio-ambiental como un tema principal; no teniendo datos concretos para movilizar a los estudiantes. Para finalizar, se le preguntó, refiriendo a su apoyo a Juan Guaidó, que consideraba de las proyecciones del Plan País sobre el aumento de la producción petrolera a 6 millones de barriles diarios, como meta objetivo; teniendo en cuenta que el mundo apunta a disminuir el consumo de combustibles fósiles; su respuesta fue categórica, de algún lado Venezuela debe obtener sus recursos.
En el caso de Randol Virguez reiteró su respuesta sobre la inmovilidad política que tienen los dirigentes estudiantiles sobre las líneas que envían las direcciones de los partidos. Considera que ese ha sido el gran problema actual. En la entrevista nos comentó que a pesar de ser electo Consejero Universitario, fue expulsado de los organismos y espacios de encuentro de los movimientos estudiantiles, por sus posturas críticas; igualmente denunció sufrir presiones de su partido para desistir en sus críticas. Considera que se debe articular un nuevo movimiento estudiantil, en el cual se tenga una mesa de trabajo ambiental.
Movimiento CREEMOS, Escuela de Derecho, UCV
Por el Movimeinto creemos pudimos compartir con Francesca Chacín y Génesis Cote. Utilizamos la misma metodología y preguntas que se utilizaron con David Sosa y Randol Virguez. Chacín y Cote reconocieron la carencia del movimiento con respecto a política ecológica, al no tener ninguna propuesta al respecto; se excusaron en el hecho de ser un movimiento político en proceso de organización, concentrándose en los asuntos locales de su facultad.

Sin embargo, sí comentaron haber escuchado sobre problemas de la Universidad con temas ambientales, específicamente el caso de la Escuela de Enfermería, sobre “…una deforestación masiva y que no hay plan para reforestación al respecto y que dichos desastres están afectando las actividades educativas del Liceo José Félix Ribas”, comentó Francesca, también puntualizó que le gustaría que un caso como ese, en el que la UCV está involucrada fuese más difundido y discutido.
Génesis Cote se refirió a unas actividades realizadas en el año 2017 promoviendo el rescate del Jardín Botánico de la UCV, comenta que allí se están realizando proyectos del servicio comunitario para su rescate y mantenimiento. También comentó sobre actividades de preservación y limpieza de playas. Sin embargo informó que no posee mucha más información sobre estas iniciativas. Considera que es viable la realización y ejecución de propuestas para el mantenimiento de los espacios verdes de la Ciudad Universitaria, en trabajo conjunto con los centros de estudiantes y al F.C.U, considera que se debería crear en estos espacios una “Secretaría de Asuntos Ecológicos”.
Al preguntarles sobre su postura con respecto al Arco Minero del Orinoco, Génesis Cote enfatizó en el rechazo al decreto y puntualizó que este es ilegal y “atenta contra nuestra Constitución en los artículos 119 y 120, así como contra nuestras comunidades indígenas”. Informó también que no han realizado ninguna actividad al respecto de ese tema, pues han estado concentrados en sus temas locales de la facultad. También afirmaron que han estado desconectados de las movilizaciones de Todos por el Futuro, así como las actividades sobre el tema que ha organizado el CENDES.
Franklin Rodríguez-UDO-Puerto Ordaz
Franklin Rodríguez nos asegura que en su ciudad, la más poblada del estado Bolívar, dónde se desarrolla el Arco Minero del Orinoco, ningún dirigente estudiantil, ni los políticos de la ciudad le han dado importancia al tema; porque alegan que su municipio simplemente no tiene minas. Alega que el movimiento estudiantil como tal no existe, está desarticulado, desmovilizado, dividido en estancos de dirigentes políticos por partidos; que aparecen cuando se realizan actividades de calle convocadas por los líderes políticos de rango nacional. Dice que si la Asamblea Nacional no convoca una actividad, no asisten, no se mueven; no poseen iniciativa propia.

Considera catastrófico lo que está sucediendo en el estado; la destrucción ambiental, las masacres por grupos paramilitares, el despojo territorial; pero sobre todo la indolencia de los dirigentes políticos y estudiantiles. Afirma que el gobierno regional está metido en el negocio de la minería completamente, presiente que posiblemente ese sea un motivo para que los políticos opositores también ignoren el problema, aspirando formar parte del mismo, o formando parte de él.
Cree que la extracción en el Arco Minero, además de la minería en escala ilegal, tal como se hace hoy, es de forma desesperada, que se ha extendido a casi la totalidad del territorio del estado Bolívar. Considera que hay mucha desinformación, la cual es patente en los propios estudiantes y sus dirigentes. El mismo se considera fuera de alcance pues carece de elementos necesarios; no tiene herramientas para desarrollar una contrapropuesta. Admite que más allá de las amenazas y persecución, que inhiben también la posibilidad de articular una política coherente en el tema, la desinformación es “brutal”.
Aldeni Viloria ULA-Mérida
Aldeni Viloria asume una postura crítica sobre el Movimiento Estudiantil desde el primer momento. No participa en la política de la universidad, dice que le repugna como se llevan las cosas allí. Prefiere activar en la ciudad de Mérida, en lo que llama “política de calle”. Está al tanto que ningún movimiento estudiantil de la ciudad de Mérida se ha dedicado a tocar temas ambientales o socio-ambientales. Dice que en Mérida ni siquiera se ven luchas por reivindicaciones estudiantiles, menos asumirán otros temas como los ecológicos. “Les da igual la naturaleza, si el agua está contaminada, si los glaciares se derriten, si aumentan los gases de efecto invernadero; les da igual todo eso”, asegura Viloria.

Considera que ni siquiera han buscado informarse sobre los temas. Cuando se le refiere a los problemas de luz que vive Mérida, conectados con el tema ambiental, o con la grave problemática de la basura; dice que no tienen nada que decir, apenas organizan algunas protestas en las calles; pero ni siquiera tienen idea de cómo buscar alternativas para resolver esos problemas. Aseguró que le acusaron de “chavista” cuando propuso desarrollar un proyecto de autogeneración con paneles solares y molinos de viento, traídos por los que están fuera del país.
Al comentarle sobre las movilizaciones de jóvenes a nivel mundial por el clima y por el futuro, ante la emergencia climática mundial; dice que es lamentable que en la ULA no se toquen esos temas, que ni siquiera en los pasillos se hable de ello. Volvió a referirse, al igual que otros, sobre la inmovilidad de los dirigentes, mientras no tengan órdenes de Caracas.
Algunos elementos conclusivos
Estas conversaciones con dirigentes estudiantiles de Venezuela, sobre el tema ambiental, fueron motivadas por la preocupación, no sólo personal, sino de otros compañeros de activismo con los que estuvimos conversando a finales del año pasado, cuestionando la apatía o inmovilidad del movimiento estudiantil para temas tan delicados y que no están demasiado alejados, en nuestro caso como venezolanos e incluso como caraqueños.
Lamentablemente lo que hemos visto es una desconexión total a estos temas, pero también a los reclamos sociales, más allá de tenerlos en cuenta, no existe una voluntad y al parecer tampoco capacidad para crear un puente de conexión entre el movimiento estudiantil y las necesidades populares y sus reclamos. Pudimos leer las críticas de algunos dirigentes, no sólo estudiantiles, sino sociales, sobre estas carencias. Acusaciones fuertes sobre la cooptación de partidos, que provocan la estrechez de miras y poca movilización de la dirigencia y en consecuencia apatía en las agrupaciones y los estudiantes.
Sobre los temas socio-ambientales y ecológicos hay una carencia no sólo en información, sino también en formación; al parecer no se comprende la gravedad del asunto. Otro detalle importante es la mira o la visión burocratizada y mercantilista del tema, al referirse a la necesidad de constituir “cargos” o “secretarias” que aborden el tema, o de buscar la “rentabilidad” o dimensionar los “costos” del daño ambiental, más allá de las consecuencias que traen para la vida.
Una situación complicada y descorazonadora sobre lo que ofrece actualmente el movimiento estudiantil venezolano. Al parecer abstraído de los grandes temas, no solo nacionales sino también internacionales; apercibidos de los problemas locales y universitarios, pero desconectados y desinformados sobre estos. Tampoco se ve una actitud reflexiva sobre la crisis venezolana, el rentismo y extractivismo, sobre las causas de fondo que nos han llevado a esta situación presente.