Vecinos denuncian matanza de animales silvestres en Baruta

julio 23, 2020

Por: Erick Camargo (Corresponsal OEP)

Para Observatorio de Ecología Política de Venezuela

Imagen de portada referencial, Guacharacas en Municipio El Hatillo

Vecinos de Baruta, que por seguridad prefirieron permanecer anónimos, denuncian una grave situación que sucede en la carretera vieja de Baruta a la altura de las Minas de Baruta, donde se ha visto a personas dedicadas a la caza de iguanas, aves e incluso perezas (estas últimas con menos frecuencia).

Desde al menos hace cuatro años vecinos han notado esta actividad violatoria de las normativas de protección de la fauna y vida silvestre, y la han denunciado de forma reiterada ante las autoridades, quienes de acuerdo con los reportes han sido negligentes al respecto. Han informado que las perezas ya prácticamente no se ven, cuando antes era muy común observarlas en la zona.

Imagen de la zona en la Carretera Vieja de Baruta. Cortesía de los vecinos.

Uno de los vecinos nos detalla las acciones realizadas:

“Me dirigí a la Guardería Ambiental de la GNB en el último piso de la Torre Sur de las Torres del Silencio donde consigné mi denuncia y me fue informado el número telefónico del oficial a cargo de ese despacho, T/C Marcos Moreno en Junio de 2019; luego de intentar sin éxito en la oficina de Diversidad Biológica del M. Ambiente, fui incluso remitid@ a una oficina de ese Ministerio en los Teques, tratándose de Miranda la zona de denuncia.

Desde entonces, una infinidad de llamadas a este oficial en momentos en que se llevaba a cabo esta matanza de animales, sin respuesta, con diversidad de excusas, una de ellas la necesidad de flagrancia. Un año esperando que vengan. Descartado seguir llamándolos, porque como les hice saber hace un mes con el último llamado, está claro que la Guardería Ambiental de la GN no es la instancia para atender la matanza indiscriminada e injustificada de fauna silvestre. Prometieron venir tres días después. No lo hicieron”.

Luego continúan los relatos sobre los pasos seguidos:

“Me dirigí entonces a la Fiscalía Ambiental del Ministerio Público, atendiendo este llamado el Insp. Orlando Camacaro quien se apersonó, tomo fotos y se llevó una serie de nuevos detalles. Entendí que se dirigió al sitio de residencia de uno de los individuos señalados. No supe más allá. Recibí su correo notificándome el número de expediente: MP-119442-2019 en la Fiscalía 87. Muy a pesar de atención, y probable ida al sitio de residencia de uno de los involucrados, esto ha seguido sucediendo, con una pausa por lo menos desde unos pocos meses después. No he ido a la Fiscalía de nuevo, interesada en consignar nuevos elementos, como las fotos que los identifican y que fueron difíciles de conseguir. La pandemia luego hizo difícil esta visita al Ministerio Público”.

Los relatos evidencian cómo algunos vecinos han tomado muy en serio la situación, llevando a instancias judiciales, esperando respuestas, pero quedan atónitos como la impunidad sigue vigente. El vigilante de una de las residencias cercanas informa que ha visto a las personas matando guacharacas que se encontraban en el cableado de la calle, “Desde lejos le dieron a una que cayó al asfalto y cuando corrieron a alcanzarla, logró escapar, uno no se explica cómo”, nos relatan, suponiendo que la pobre ave no sobreviviría al golpe recibido.

Igualmente denuncian que muchas de las aves, no guacharacas, son vendidas por los hijos de los “cazadores” en las calles de la barriada, sobre todo la principal, que funciona como un paso ordinario para residentes de otras áreas de la ciudad.

También hay quejas de vecinos que fueron agredidos al tomar registro fotográfico para poder realizar las denuncias pertinentes, acompañadas las agresiones con amenazas de muerte. “La policía que se ha presentado en repetidas ocasiones ha solicitado flagrancia para poder actuar”, nos comentan.

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