Venezuela anuncia planes de explotación y exportación de gas natural a Europa

junio 23, 2023

Recientemente en Bloomberg apareció una interesante noticia que anuncia los planes de explotación de gas natural off shore por parte de Venezuela, contratando con empresas energéticas transnacionales, específicamente la italiana ENI y la española REPSOL; esta última con un enorme historial de desastres ambientales. Aseguran que en mayo una delegación del gobierno nacional viajó a Londres para negociar los acuerdos de certificación de los yacimientos, un sueño que se ha venido persiguiendo desde la época del gobierno de Hugo Chávez y que hasta ahora no ha logrado consolidarse. También se busca reunir recursos para la construcción de un gasoducto hasta Trinidad y Tobago, con fines de exportación, así como recuperar las enormes cantidades de gas que actualmente se queman en mecheros.

De acuerdo con Bloomberg, el incentivo económico desatado a raíz de la guerra ruso-ucraniana, que ha volcado a los países europeos a encontrar fuentes alternativas al gas ruso, es uno de los principales motores de estas empresas a encontrarse con el gobierno de Maduro. Según sus datos, Venezuela quema a la atmósfera el equivalente a 1.000 millones de dólares anuales, superior a la producción del Reino Unido. Para el gobierno nacional, el principal incentivo es reencontrarse con una fuente de ingresos rentísticos que pueda aplacar la extensa crisis fiscal, económica y social que vive el país desde hace ya casi una década.

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El principal obstáculo, desde el punto de vista de los negocios, es la falta de confianza hacia el Estado venezolano como socio; producto de los innumerables conflictos que con las empresas energéticas han protagonizado los últimos gobiernos. El grupo de investigación energética IPD Latin America, calcula que se necesitaría una inversión mínima de 500 millones de dólares para poner en marcha la exportación de gas. El propio artículo habla de las “ambiciones medioambientales” de Maduro para reducir las emisiones de los mecheros, lo cual es apoyado por los líderes de la Unión Europea, sin tomar en cuenta los posibles daños ambientales que también se generarían al explotar los yacimientos que podrían certificarse. Tampoco se explica como el gas que se quema en los mecheros de Venezuela, siendo quemado para la producción de energía en otras latitudes, será una mejora en las emisiones globales y la situación climática y ambiental en general de todo el planeta.

La sed de hidrocarburos para mantener el mismo estilo de vida, sin medir las consecuencias ambientales, está abriendo las puertas a uno de los gobiernos más destructivos y depredadores, para llegar acuerdos con las trasnacionales con mayor récord de contaminación y desastres ambientales. No se busca una alternativa o solución completa, sino simplemente suplir las carencias y problemas inmediatos, sin observar la totalidad y complejidad de estos.

El fantasma del rentismo sigue allí

En Venezuela, donde el debate político-electoral sigue centrado en el futuro de PDVSA, la explotación petrolera y gasífera; sin siquiera tratar de proponer una transición energética en vista al presente que ya vivimos y el futuro inevitable para este sector y el clima. El fantasma del rentismo sigue allí, vivo y con fuerza; buscando desesperadamente revivir y volver a prometer a los venezolanos la posibilidad de tocar el cielo y llenar los bolsillos con la prosperidad que dan los hidrocarburos. Parece un chiste, de hecho, recuerda uno realizado por el Chigüire Bipolar hace 10 años, titulado, Venezuela toca fondo, se va mucho más abajo y descubre más petróleo en el camino.

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Aún le cuesta al país iniciar debates trascendentales sobre su futuro energético y económico en un mundo pospetrolero. Todos hablan de poner fin al rentismo y sus vicios, sobre todo a raíz de la crisis que vivimos gracias al mismo; pero nadie se atreve a pensar fuera de las lógicas rentistas. Las alternativas parecen no existir, como si estuviésemos condenados a vivir de la renta petrolera o condenarnos a la miseria, cuando por fuerza de la naturaleza el mundo deje de consumir hidrocarburos para preservar la existencia humana. 

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