2024: El año en que la temperatura global alcanzó un nuevo récord

Crédito: C3S/ECMWF Via Aristegui
enero 6, 2025

Como es habitual a fin de año, se presentan los informes climáticos que recopilan y analizan los datos meteorológicos globales. En esta ocasión, Carbon Brief ha publicado un estudio que indica que 2024 marca un hito preocupante: la temperatura promedio del planeta ha aumentado 1,5 °C por encima de los niveles previos a la Revolución Industrial, superando así un límite considerado crítico en el contexto del cambio climático.

En el 2023 vimos como se rompieron varios récords de temperatura y fue declarado el año más caluroso registrado, ahora volvemos a repetir la noticia; otro año más caluroso que los anteriores y nuevos récords han sido superados. Esta información ha sido ratificada por la Organización Mundial de Meteorología, la Administración Mete reológica de China, que registra la temperatura desde 1961 y mide en 1,03 ° el aumento general. Aunque todavía no se puede afirmar que el planeta ha cruzado dicho umbral, para eso habrá que esperar más años y más mediciones y que este fenómeno se vuelva corriente, lo que parece seguro a la vista de las tendencias de la evolución del clima planetario.

Fuente: Organización Mundial de Meteorología

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Situación Crítica

Todos hemos sido testigos de las grandes catástrofes que estas temperaturas, ayudadas por el acumulado general, han provocado en diversas regiones del planeta. Venezuela se ha quedado ya sin glaciares, hemos visto como las inundaciones en España con la DANA han sido particularmente fuertes y evidenciado la inexistente preparación de las autoridades para atenderla; o en Brasil con las fuertes inundaciones que causaron enorme sufrimiento y grandes pérdidas especialmente en Río Grande do Sur. En varios países del sudeste asiático hubo confinamientos ante las olas de calor, que afectaron la salud de millones de personas, la paralización de las actividades económicas y de la vida en general. O el aumento de la frecuencia y fuerza de huracanes y tifones en los mares intertropicales, que causaron la pérdida de miles de vidas y millones de dólares en bienes materiales. ¿Quiénes pagan y se hacen responsables de esto? ¿Los políticos que no toman cartas en el asunto cuando deben o los empresarios que se lucran con las actividades que provocan todo esto?

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Si estos problemas apenas son causados por un año a este promedio de temperatura, habría que pensar bien en lo que sucederá cuando lejos de ser una eventualidad, una coyuntura, se convierta en el promedio global, o quede atrás en la portentosa rampa ascendente de los promedios generales de temperaturas. Las proyecciones que se vienen realizando no sucederán de la noche a la mañana, son procesos que suceden a escala de décadas, por eso suele tomarse poco en serio por la clase política, que solamente reacciona cuando los muertos se les acumulan y deben dar respuesta, no por humanidad o por horror, sino para no perder votos. Ante esto, seguimos escuchando las voces de influencers y políticos, sin estudios en la materia y sin conocimientos al respecto, defendiendo los intereses de las empresas extractivistas que niegan que todo eso pase o tenga que ver con sus actividades depredadoras. Incluso, se quejan de la inacción de sus compañeros para atender desastres, pero también cuando se aplican algunas de las tímidas medidas que poco pueden hacer para revertir la situación.

La NASA nada alentadora

Por su parte, la NASA ha publicado sus datos sobre la temperatura comparada entre 2023 y 2024, mostrando lo excepcional de estas mediciones y afirmando que esta tendencia está marcada por la actividad humana. Aseguran que sus modelos habían subestimado las subidas de temperaturas para estos dos años, que han tomado por sorpresa a los expertos, afirmando que el calor ya había alcanzado sus picos antes de que el fenómeno de El Niño alcanzara su punto máximo. De acuerdo al informe, los modelos de Berkeley Earth también fueron insuficientes, lo que ha generado mucha incertidumbre sobre el aumento de las temperaturas y la predictibilidad de esto. Desde mayo de 2024 se han estado recopilando datos de los factores que influyen en el aumento de las temperaturas, sin que aún se tengan resultados satisfactorios que expliquen el mayor aumento de lo esperado. Tanto como Zeke Hausfather, de Berkeley Earth, como Gavin Schmidt, director del GISS, expresaron su preocupación de que estos cambios inesperados de temperatura pudieran indicar un cambio en el funcionamiento del sistema climático. 

Fuente: La NASA

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Se presume que también faltan datos sobre los efectos de los aerosoles en la formación de nubes y como este factor influye y en qué medida en los cambios de temperaturas. A la vez cifran sus esperanzas en el lanzamiento de un satélite, realizado en febrero de 2024, el cual investigará los océanos y la atmósfera, para obtener nuevos datos que arrojen mayores luces sobre los cambios y el funcionamiento de los mecanismos climáticos que están sucediendo y actuando en estos momentos. Entre estos datos, se espera conocer mejor el rol de las nubes en el sistema climático y la refracción de rayos solares, así como el rol de los aerosoles en la formación de estas, y así establecer modelos predictivos mucho más confiables.

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A fin de cuentas, las noticias no son alentadoras, las temperaturas siguen en aumento, al igual que las emisiones; sin que ninguna autoridad política tome medidas adecuadas, la sociedad civil parece absorta del problema y solo reacciona cuando hay una catástrofe local y los empresarios, como siempre, empujando a maximizar sus ganancias a costa de agravar el problema climático. 

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