El proceso electoral en ciernes tiene como común denominador la ausencia de propuestas profundas que vayan más allá del momento actual. Lamentablemente, polarizada la situación país por ofertas electorales que no se contraponen, sino que se complementan, mostrando dos extremos de un mismo asunto, la apuesta extractivista sigue siendo el hilo conductor que une a los bandos en contienda.
Ver también: Escenario electoral, política del vacío y la necesidad de abordar las múltiples urgencias en Venezuela
El escenario es similar al de 1998-1999. El hastío es lo que caracteriza el momento político, y la diatriba se mueve entre los que quieren que quienes gobiernan se vayan ya, y los que gobiernan en mantenerse hasta el final. Los actores políticos no dan muestras de una cultura política que eleve el debate nacional, y que lo trascienda de lo meramente coyuntural. La situación de precariedad que padecemos no permite pensar en las causas estructurales que nos condujeron a esta tragedia nacional, sino que el debate se ha quedado en la periferia de cómo superar la crisis sin pensar demasiado en sus antecedentes estructurales, históricos, ecológicos, culturales y civilizatorios.
Ver también: Venezuela en la encrucijada: ¿Petróleo o futuro sostenible?
Urge replantear los problemas, empoderarse de los derechos reconocidos para ejercerlos. Lo electoral no será la solución a las verdaderas causas que nos han conducido a un efecto sin retorno. De los casi doscientos años de explotación petrolera, traducida en rentismo y, en su fase superior actual de extractivismo, han cabalgado derechos humanos cuya concreción difícilmente puedan verse materializados, ya que el modelo de acumulación energética basado en el combustible fósil ha tenido como constante su conculcación. Ergo, si no trascendemos la base material que sostiene la economía venezolana, difícilmente podamos garantizar políticamente el ejercicio de derechos consagrados en nuestro contrato social, uno de los pocos experimentos constitucionales en los que se reconocen derechos emergentes, pero que hasta ahora han sido una hoja en blanco.