Ecocidio en El Urumal, estado Mérida sigue impune

Crédito foto: Movimiento Bosque Azulitense
octubre 3, 2022

En La Azulita, municipio Andrés Bello del Estado Mérida; los vecinos se han organizado para denunciar la continua degradación del bosque nublado que cubre al municipio y que, en una gran proporción, pertenece al Parque Nacional Sierra de la Culata. Así se ha creado el Movimiento Bosque Azulitense, para denunciar por internet la continua degradación ambiental del municipio.Uno de los casos más representativos y denunciados es la tala ocurrida en El Urumal, dentro del propio parque nacional, ante la cual los vecinos alegan que hay un silencio oficial por lo ocurrido. 

Desde el 2014 se vienen levantando las voces contra las talas y ocupaciones ilegales de los terrenos del parque. Señalan que en 2015 se levanta un expediente el cual es enviado a INPARQUES, a través de su Dirección Estadal de Mérida, pero no se obtiene respuesta de la institución encargada de la protección y defensa del territorio en cuestión. Por eso, los vecinos de la aldea San Luis y del municipio, organizaron una campaña por redes sociales, difundiendo fotos y videos de la situación del parque nacional, para hacer que las autoridades tomaran cartas en el asunto y concientizar a la población.  El Profesor Raúl Vidal, de la Facultad de Ciencias Forestales de la Universidad de Los Andes (ULA), visitó El Urumal y se reunión con funcionarios ambientales del municipio, denunciando posteriormente la situación en diversas emisoras radiales, alertando del peligro en las corrientes de agua del Estado, que necesitan del bosque para mantener sus caudales.

Ese mismo año, se inició la construcción de una carretera entre San Luis y La Azulita, utilizando maquinaria no permitida en los Parques Nacionales y afectando la naciente de más de 7 corrientes de agua; lo cual fue denunciado ante la fiscalía ambiental, a cargo de Leonardo González; mientras las autoridades de INPARQUES y la Guardia Nacional se negaban a paralizar las obras mientras se realizaba la denuncia. El tribunal agrario que conoce la causa dicta una medida de protección y se paralizan las obras, sin que se sigan causas penales contra los implicados, ni procedimientos administrativos contra los funcionarios que permitieron la obra y se negaron a suspender.

Ver también: Delitos ambientales en el estado Mérida son más comunes de lo que se piensa

Hostigamiento a quienes denuncian

A partir de 2017 los vecinos de La Azulita denuncian hostigamiento y persecución de quienes lideraron la protesta y protección del Parque Nacional el año anterior, intimidando con la fuerza pública a quienes denunciaron en la fiscalía y los medios de comunicación. Algunos vecinos incluso llegaron a ser detenidos sin causa y de forma arbitraria tan sólo para intimidar por haber denunciado lo que sucedía. Estos, al final de cuentas, tuvieron que abandonar el municipio, unos incluso se fueron del país, temiendo por su seguridad e integridad.

Entonces en 2018 se intensifica la invasión y ocupación de terrenos del Parque Nacional Sierra de la Culata, así como la circulación de camiones que transportan madera, talada en el mismo, totalmente ilegal y atentando contra la integridad del parque. La deforestación avanza y en 2019 los vecinos empiezan a sentir las consecuencias en el acueducto municipal y a tener problemas para suministrar las cantidades de agua que regularmente distribuía.

Imagen satelital de área afectada

Los vecinos se quejan que no se hace justicia contra los perpetradores del daño en El Urumal, mientras que, en el caso de los rustiqueo del páramo, se actuó reactivamente por  haberse viralizado el caso. El comercio ilegal de madera talada, así como la ocupación de terrenos en el parque ya tienen más de 3 años continuos, sin que las autoridades tomen cartas en el asunto. La impunidad sigue persistente, mientras que los denunciantes son acosados, amenazados y perseguidos por las fuerzas de seguridad del Estado, especialmente si estas denuncias se realizan en instancias judiciales.

Sin respuestas de las autoridades

A partir de 2022 decidieron crear una cuenta de denuncia en Instagram; en la misma señalan, ha sido difundida en la televisión regional, sin ver respuestas o reacciones de las autoridades de INPARQUES o la gobernación. Pareciera que el bosque es ignorado a propósito, pese a su delicada situación y ser un espacio de santuario del oso frontino, en peligro de extinción. Los vecinos señalan que el Director Regional del Ministerio de Ecosocialismo ha hecho oídos sordos de las constantes denuncias que realizan, ante su despacho como por medios de comunicación y redes sociales.Alegan además, que la Guardia Nacional mantiene un control para evitar que los vecinos de las comunidades y del municipio se acerquen a la zona, como protegiendo a quienes incumplen la ley y buscando evitar que se tomen fotos y videos de las actividades de la zona. Pero las imágenes satelitales son claras para mostrar el enorme daño que se viene haciendo en este delicado ecosistema que necesita una inmediata intervención para su protección.

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