Intereses económicos son obstáculos para un Tratado internacional contra la contaminación por plástico

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junio 8, 2023

A finales de mayo, se realizó en París, Francia un encuentro para la negociación de un tratado de enorme importancia para el futuro tanto de la humanidad como para toda la vida y la naturaleza. El Comité Internacional de Negociación (CIN) sobre la contaminación del plástico, siguiendo la resolución de febrero del 2022 por la Asamblea de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (UNEA-5.2) que solicitó la elaboración de un instrumento jurídico internacional vinculante en materia de la contaminación por plástico; estimando que las negociaciones finalizaran en 2024 con un tratado internacional que sea aprobado por la Asamblea General.

Se espera que este instrumento aborde todo el ciclo de existencia del plástico, desde su producción, consumo, desecho, reciclaje y descomposición. Sin embargo, las noticias recientes no son las más alentadoras, pues además de la poca difusión que tan importante negociación está teniendo, la misma se encuentra actualmente obstruida por los intereses económicos de la industria química y de gobiernos reactivos a las políticas ambientales.

Fuente: AFP

Es preocupante que la comunidad científica actualmente se encuentra excluida de las negociaciones, cuando su conocimiento, datos y pericias son necesarias para determinar que las disposiciones que queden en el instrumento legal sean realmente efectivas y no sólo medidas incapaces de atender el problema. Cuando se trata de la salud de las personas, la contaminación y el enorme riesgo real que existe actualmente, no se pueden dejar las disposiciones sólo a los intereses políticos y económicos que estos políticos defienden. De acuerdo a El País, hasta ahora se ha permitido un representante por organización, además que apenas el 15% de las organizaciones registradas para participar en esta ronda son de carácter ambiental o dedicadas a la salud pública.

Ver también: La contaminación por plástico amenaza a los mares de Venezuela

Uno de los principales debates está en torno a la eficacia del reciclaje para resolver el problema; entre esos están los lobbies de la industria petrolera y química, beneficiadas económicamente de la producción y consumo masivo de los plásticos. Sin embargo, las evidencias actuales han demostrado que esta medida no es suficiente ni eficaz, es apenas un paliativo necesario, pero que debe ser sostenida por políticas más enérgicas y radicales. La producción anual de plástico se ha duplicado en los últimos 20 años para alcanzar un nivel de 460 millones de toneladas. Para 2060, podría triplicarse si no se pone un freno.

A favor de la reducción aboga una coalición de países, liderada por Ruanda y Noruega, que incluye, entre otros, a la Unión Europea (UE), Canadá, y varias naciones de América Latina, como México, Perú o Chile. En contraposición, existe un bloque internacional que está frenando las medidas de reducción, conformados por Estados Unidos, China, Arabia Saudita y otros países petroleros, que quieren defender los intereses de sus industrias químicas.

De acuerdo a la DW, el martes 30 de mayo aún no se podían iniciar los debates importantes sobre el tratado; añadiendo a los países obstaculizadores de los acuerdos a Brasil, India y Rusia, quienes rechazan la aprobación del tratado por una mayoría de dos tercios, salvo que se llegue a un consenso sobre la redacción del instrumento. La desinformación sobre el asunto ha evitado que el tema se discuta en la sociedad, siendo demasiado importante como para que sea frenado por intereses de unos pocos; es importante que la población tome plena conciencia de lo importante que puede ser este acuerdo y ejercer mayor presión sobre los políticos y empresarios que amenazan nuestra salud y el ambiente por obtener mayores ganancias.

La contaminación por plástico es uno de los principales problemas que afronta actualmente la humanidad, habiendo contaminado los mares, así como la gran difusión de microplásticos que se encuentran en los organismos de casi todos los seres vivientes en la actualidad, incluyendo nuestros propios cuerpos, que continuamente acumulan partículas microscópicas derivadas de la fragmentación de los productos de consumo.

El problema debe abordarse de forma conjunta por todo el planeta, no solo involucrados los gobiernos, sino también los diversos sectores de la sociedad humana en general; los económicos, sociales, educativos; pues debe frenarse la producción y consumo de plásticos de la forma en que lo venimos haciendo. Esto es precisamente lo que no quieren los que hasta ahora han amasado enormes fortunas con esa forma destructiva de producir, consumir y vivir; pagando a la vez a políticos para que impidan cualquier intento de cambio legal que regule su actividad nociva.

El documento es público y accesible a todo el que quiera estudiarlo en la web de la ONU.

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