Vecinos de Baruta se enfrentan a la deforestación y el desarrollo inmobiliario

Área amenazada. Foto: Vecinos de Baruta
octubre 9, 2024

Baruta ha experimentado un crecimiento urbano acelerado en la última década, lo que ha generado una considerable presión sobre sus espacios verdes y áreas protegidas. La expansión inmobiliaria, impulsada en ocasiones por prácticas poco transparentes, ha reducido significativamente la calidad de vida de los vecinos y ha puesto en riesgo el equilibrio ecológico del municipio. Diversos reportes periodísticos han documentado casos de corrupción vinculados a estos proyectos, lo que ha generado una creciente preocupación entre la comunidad.

 Al sur del pueblo de Baruta, cerca de su centro histórico, se han llevado a cabo diversos proyectos de construcción en los últimos años. La edificación del centro comercial Expreso, sobre un área boscosa, y el desarrollo de un complejo inmobiliario adyacente, han modificado el paisaje urbano. Estas obras han incluido la deforestación y el terraceo de la montaña que forma parte del sistema de Ojo de Agua, ha generado cambios en el entorno natural de la zona

Vecinos de Baruta han mostrado insatisfacción ante la construcción del edificio, considerando que se hacía un fuerte daño ambiental a la montaña y el bosque. Sin embargo, nos relata Andira Anzola, que el ocho de agosto de este año, el tractor hizo una incursión en el bosque urbano, el cual pudieron ver desde sus hogares y ante la indignación, junto con otros vecinos, fueron a preguntar si contaban con los permisos para tal actividad; no recibieron respuestas, los operarios se fueron y a los dos días retiraron la máquina. Nos comenta que esto no es más que las últimas reacciones ante la problemática actual.

Las construcciones empezaron a verse a partir del 2014 y con más presencia en 2017. Algunos vecinos saben de la importancia de las zonas verdes en áreas urbanas. En 2011 se hizo un inventario de aves y de especies vegetales que frecuentan el conjunto residencial y se le presentó a la comunidad. Ese inventario se le entregó a la alcaldía, inclusive. Esto les motiva a movilizarse, a defender la montaña, la naturaleza y los pocos espacios que brindan bienestar y mejoran la calidad de vida y del ambiente que rodea sus casas. «A mí me motiva que esa montaña alberga tanta vida, es un privilegio que tenemos», expresó la vecina Victoria Pérez.

También afirman a tener un gran miedo a que se construya un Traki o un Mundo Total en las inmediaciones de sus casas, especialmente teniendo en cuenta la experiencia de La Boyera. Esto ha supuesto contaminación lumínica, ruido, más calor, aire menos limpio para respirar, problemas de servicios, mayor caos vial y un gran etcétera que consideran atenta contra sus intereses y derechos a un ambiente sano y sostenible. Los vecinos han observado que el proyecto viene teniendo importantes retrasos, sabiendo qué vecinos de Piedra Azul lo denunciaron, lo que sacó a relucir muchas irregularidades que han frenado el proyecto, que parece no cesan en abandonar.

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El vecino y abogado Elías Charlita habla además que esa zona se mantuvo inalterada por décadas, a pesar del desarrollo urbano del municipio; y que ellos como vecinos están allí desde 1978 y han observado como esos espacios se mantuvieron virginales. Indican además que la zona era agrícola, hasta la expansión urbana, que, sin embargo, no abarcó el área de la montaña, sino las construcciones irregulares que dieron vida al barrio Ojo de Agua.

Los vecinos, preocupados por la situación ambiental de la zona, solicitaron la intervención del Ministerio del Poder Popular para el Ecosocialismo. Sin embargo, la respuesta de la institución no fue la esperada, ya que un funcionario indicó que “en terreno privado el propietario puede hacer lo que quiera”, además de negarles ver el expediente, nos comenta una de las vecinas que participó en la reunión. Esta posición generó desaliento entre los vecinos, que pese a ello ha intentado buscar soluciones a través de otras instancias, especialmente en la recomendada por este organismo, la Dirección de Ingeniería Municipal.

El jueves 3 de octubre los vecinos se reunieron con el actual director de Ingeniería Municipal y Catastro, obteniendo información sobre la ausencia de permiso de quienes hacen la obra para construir fuera del área donde ya construyeron hasta la actualidad; prometiendo entregar planos de zonificación al grupo de vecinos. Afirma, además, que no han entregado permisos para hacer más construcciones en el área, si no dónde ya se han levantado edificaciones; asegurándole a los vecinos que él no está de acuerdo con que se sigan dañando esos espacios verdes, ni aceptará sobornos por parte de los empresarios que pretenden expandir el área de obras. La Dirección de Ingeniería Municipal también ordenó la salida de los tractores de la zona afectada, agradece además la comunicación con las firmas de los vecinos que se le entregó ese día, pues así considera que tiene apoyo popular para hacer cumplir las leyes y normas vigentes.

Se sabe, además, por voceros de la alcaldía que informaron al grupo de vecinos de forma anónima, que la construcción ya realizada ha generado problemas de hundimientos. Hasta ahora esperan que se publiquen las demarcaciones de la zona protectora Bosque La Virgen/El Volcán, así como los estudios de impacto ambiental y la acreditación técnica dada por el MINEC a la constructora responsable de la obra. Ahora quedará por esperar de que forma los que pasaron la máquina por terrenos sin permiso deban reparar el daño hecho, de acuerdo a la ley y si las autoridades nacionales se pondrán al tanto de la falta de permisos y del cuidado de los espacios naturales en zonas urbanas, así como la defensa de los derechos de la población en general sobre el interés particular. Voceros de la comunidad esperan que esta experiencia motive a otros vecinos de diversos urbanismos del municipio y de toda Caracas a organizarse y sostener la lucha por los espacios verdes y por una mejor calidad de vida, frenando la vorágine de la especulación urbana. 

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