MARC VILLÁ (1973-2018) In memoriam
Por: Francisco Javier Velasco Páez
NO. 2 Revista Territorios Comunes
El pasado 11 de marzo de 2018 falleció el cineasta, documentalista y sociólogo Marc Villá. Director, guionista y productor, su interesante y muy personal obra audiovisual fue transmitida por televisión y proyectada en la pantalla grande. Entre sus cortometrajes destacan, entre otros, “Gris” (1997), “Caciques” (2007) y “Mujer, historia y lucha” (2012-2013). Mención aparte merece su creativo e innovador seriado “Crónicas Extraordinarias”, presentado por TVES en 2010, en cuya realización tuvimos el privilegio de acompañarlo con una modesta contribución. Sus dos largometrajes “Venezuela Petroleum Company” (2007), y “Yo soy el otro” (2008), fueron objeto de elogios en tanto que iniciativas que buscaban agitar y potenciar la memoria colectiva con fines emancipadores. Marc fue también un activo tallerista y conferencista en el campo del cine, pero su trabajo logró expresarse también en el ámbito de la investigación social y cultural.
Marc fue un estrecho colaborador y amigo de quienes integramos el equipo del Observatorio de Ecología Política de Venezuela. Compartió con nosotros su visión crítica de la realidad social y su sensibilidad ecológica en diferentes eventos y actividades, en animadas y prolongadas tertulias, así como, más tempranamente, en sugestivos debates que tuvieron como escenario las aulas de la Escuela de Sociología de la Universidad Central de Venezuela. En la anterior edición, No 1, de nuestra revista TERRITORIOS COMUNES, Marc Villá estuvo presente con el artículo “EL OJO DE LA NIEBLA. Sobre el documental ambientalista y el caso Venezuela”, en el que se manifiesta a favor de impulsar la producción y difusión de documentales ambientalistas con propósitos de denuncia de la depredación ecológica, así como de propuesta de visiones y acciones de reconciliación entre la sociedad y la Naturaleza.
Ante la prematura desaparición de este compañero entrañable, tras su largo y accidentado batallar contra una recurrente dolencia, constatamos una vez más que, de cierta manera, estamos de paso en un mundo caprichoso, maravilloso y, a veces, terriblemente cruel. Ciertos hábitos del pensamiento y determinadas perspectivas unidimensionales nos hacen creer que con la muerte, suerte de verdugo invisible e implacable, cesa nuestra continuidad, como si fuera absorbida por una especie de agujero negro del que nada escapa. Pero ese error de percepción nos impide entender que con la disolución de las formas superficiales nos integramos en otra escala al flujo de la vida, pues la muerte no es más que un portal de transformación.
Vistas así las cosas querido Marc, afirmamos que “La Mort”, esa cófrade de toda la existencia humana, ha operado una vez más la claqueta para dar inicio a una nueva filmación con proyecciones que cabalgan esta vez en tu ejemplo y tu recuerdo pero que, con un mayor y trascendental alcance, se adentran en el misterioso y esperanzador universo de lo inefable…Que la tierra te sea leve!
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